Se confirma que los restos hallados en la Catedral pertenecen a Félix de Azara
◎ El arqueólogo José Ignacio Lorenzo cotejó las muestras con las de su hermano, José Nicolás de Azara ◎ Estudian construir urnas para su depósito y la devolución a la capilla originaria donde se encontraron
HUESCA.- Se confirma que los restos hallados en la Catedral de Huesca corresponden a Félix de Azara. Así lo ha determinado una investigación impulsada por el Gobierno de Aragón sobre un hallazgo que data de 2007 y tras un estudio en 2021, que ha permitido concluir que los restos óseos encontrados en la capillacripta de los Lastanosa pertenecen al naturalista a partir de la extracción de los restos de José Nicolás de Azara- su hermano- , que reposaban en la iglesia parroquial de San Lorenzo, en Barbuñales.
El envío de la muestra fue remitida al laboratorio en el mes de enero y no ha sido hasta esta semana cuando los resultados han determinado su identidad. Fruto de los trabajos de investigación, a cargo del arqueólogo y antropólogo José Ignacio Lorenzo, también se ha concluido que otros de los restos hallados durante los trabajos rehabilitación de 2007 pertenecen a Francisco Antonio Ladrón de Zegama, padre e hijo, descendiente de los Lastanosa, enterrados en fecha coetánea a la de Félix de Azara.
“Hemos conseguido dos descubrimientos, aunque el que nos interesaba principalmente era el de Félix de Azara, fue un personaje reivindicado en todo el mundo y ahora tiene un sepulcro digno”, expresó el arqueólogo en la presentación de los resultados.
Marisancho Menjón, directora general de Patrimonio Cultural, valoró la figura del altoaragonés. “Fue una persona con una inteligencia brillante, con una necesidad vital de ser útil y con mucho tesón, algo que comparten mucho de nuestros grandes personajes de Aragón”, apuntó.
Reconstrucción de los hechos
El inicio del proceso se remonta a hace 16 años, cuando comenzaron los trabajos de rehabilitación de la cripta de los Lastanosa, en la Catedral de Huesca. En esta localización observaron una zona inundada de barro, por lo que propusieron hacer una excavación y recuperar los materiales, donde se toparon con vestigios del siglo XX “sin ninguna relevancia aparente”. Sin embargo, tras documentarse conocieron que el derribo se debía a la eliminación de la sacristía de los Lastanosa que tuvo lugar después de la Guerra Civil española, donde parte de los escombros se arrojaron a aquel subterráneo. “Nos sorprendió que en aquel cúmulo de barro identificamos los restos de tres personas adultas y de cinco niños”, cuenta Lorenzo. En ese momento recurrieron a la documentación y relacionaron que Félix de Azara estaba enterrado en esa cámara.
Una vez enviadas las muestras al laboratorio, se determinó que los resultados no eran concluyentes. “Decidimos agotar todas las posibilidades, fue cuando nos enteramos de que tenía un hermano enterrado en la iglesia de Barbuñales”. A través de una cámara digital practicaron un orificio en la pared de la capilla, donde pudieron extraer la muestra de hueso de José Nicolás de Azara, quien fuera embajador de España en París en la corte de Napoleón, para la comparación y confirmación final del ADN de Félix de Azara. Ahora plantean a dirección y obispado construir urnas individualizadas para depositar los restos y devolverlos a la capilla original. ●