Camps desea volver al ruedo político: “Estoy más ilusionado que en 1991”
● “Esto no le puede pasar a ningún español”, afirma el ex presidente valenciano tras ser absuelto
El ex presidente valenciano Francisco Camps aseguró ayer que en doce años no ha podido ejercer la política como le habría gustado y que su nombre se ha mancillado porque “alguien decidió abrir instrucción” contra su persona, y ha afirmado: “Esto no le puede ocurrir a ningún español”. Camps anunció que tanto el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, como el líder del PPCV y presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, lo felicitaron por la absolución en el caso Gürtel y señaló que cuando su agenda lo permita hablará con Mazón porque le gustaría volver a la política y está ilusionado con poder hacerlo.
Camps convocó a los medios de comunicación tras conocerse su absolución por la Audiencia Nacional por el último fleco del caso Gürtel que tenía abierto, al considerar que “no existe prueba o indicio alguno de orden, sugerencia o intromisión” por su parte para que se adjudicase un contrato a la trama. Junto a su abogado Pablo Delgado, aseveró que nada debía a nadie ni nadie le debía nada, algo que se ha demostrado en una “lucha feroz” en la que siempre ha confiado en jueces y fiscales, y recordó a la ex alcaldesa Rita Barberá, con quien tuvo “la suerte de compartir años extraordinarios”. “Hace 15 años que fui imputado, 15 años investigado o procesado en diez causas, más de 100 personas de la justicia han leído los escritos de mi abogado, a 400 personas se les ha preguntado sobre mi comportamiento como presidente”, relató ante su abogado, quien calificó de “caso único internacional” el haber logrado “diez absoluciones”.
Según defendió, su dimisión como presidente autonómico (en julio de 2011) no era una necesidad pero “alguien decidió” abrir un juicio “por el hipotético regalo de cuatro trajes” y decidió quitarse “el oropel de la presidencia” y ser “un ciudadano más”. Camps lamentó que cuando alguien se compromete en política –ha ocupado cargos como los de concejal, conseller, vicepresidente primero del Congreso o delegado del Gobierno–, no puede sucederle lo que a él, pero tampoco ha ido “llorando por las esquinas” –en referencia al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez– y no ha pensado que era víctima de la judicialización de la política.
Se refirió también al periodo de reflexión del presidente del Gobierno, a su juicio, “una dejación de funciones”, y consideró que debe dar explicaciones por el caso de su esposa, Begoña Gómez, como hizo él “desde el minuto uno”.
“He sufrido escraches reiterados en la puerta de mi vivienda y en la puerta del Tribunal Superior
de Justicia de la Comunidad Valenciana, he tenido que meterme en una sacristía por insultos y defendí mi tesis en la Universidad Miguel Hernández de Elche abucheado por una persona que luego fue consellera de Ximo Puig”, agregó. Pero, “en la vida, (hay que tener) valentía para soportar cualquier cosa”, defendió antes de comentar que tanto Feijóo como Mazón le han dado ya la enhorabuena por la absolución y señaló que cuando su agenda lo permita hablará con el segundo porque le gustaría estar en política. “Estoy casi más ilusionado que en 1991, cuando empecé como concejal de Valencia” con Barberá como alcaldesa, dijo.