Malmö vive la final más polémica de un Festival de Eurovisión
Tras la descalificación de Países Bajos creció la presión para expulsar a Israel, algo que no ocurrió
MALMÖ – El Malmö Arena de la ciudad sueca que le da nombre vivió anoche la que probablemente sea la final de Eurovisión más polémica de la historia. Eden Golan, la representante israelí en Eurovisión 2024 volvió a recibir abucheos durante su actuación en la final, como muestra de repulsa a la ofensiva militar que su país lleva a cabo en Gaza, con casi 35.000 civiles palestinos fallecidos. Entremezclados con aplausos de conciudadanos, los abucheos sonaron a través de la retransmisión televisiva incluso más altos que en sus últimas apariciones ante el público, especialmente en el tramo final en el que canta en hebreo su tema, titulado Hurricane y en el que exalta la resistencia frente a las adversidades. La final arrancó con un mensaje grabado en el Palacio de Estocolmo por la princesa Victoria de Suecia, la heredera al trono, en el que ha deseado suerte a los 25 participantes de esta edición y no 26 como iban a ser hasta ayer por la mañana.
PAISES BAJOS, DESCALIFICADA A solo unas horas de la final, y en virtud de su política de “tolerancia cero hacia los comportamientos inapropiados”, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) descalificó al candidato de Países Bajos, Joost Klein, por un “incidente” con una persona de la producción del certamen que se está investigando.
Poco después llegaba el último ensayo de la final. Los candidatos de Irlanda, Suiza y Grecia no participaron en el desfile inicial de artistas. Bambie Thug, la representante irlandesa, tampoco saltó al escenario después en su turno de actuación. “Se ha producido una situación mientras esperábamos para saltar al escenario y participar en el desfile de artistas, por lo que requerí la atención urgente de la UER. Esta se ha tomado este asunto en serio y hemos discutido qué acción emprender”, explicó la artista en sus redes sociales. Finalmente todas las delegaciones participaron en la final. Todo esto se unía a la reclamación que RTVE realizó en la víspera para que la UER vele por el respeto a la libertad de prensa y opinión tras el acoso que un periodista español recibió de parte de colegas israelíes por gritar “Palestina libre” durante otro ensayo de la final.
La presencia de Israel en Eurovisión 2024 en medio de su cruenta ofensiva militar en Gaza ha condicionado desde hace meses el carácter de esta edición en un festival que se proclama apolítico, pero que ha sido más político que nunca.
LA PRESENCIA DE ISRAEL Múltiples voces han pedido insistentemente en los últimos meses que Israel fuese expulsado del concurso, en línea con lo que sucedió con Rusia en 2022 tras la invasión en Ucrania. Ayer mismo miles de personas recorrieron las calles de Malmö pidiendo su exclusión del festival. Sin embargo, la UER ratificó el derecho de la televisión israelí a participar al “cumplir todas las reglas” como miembro de esta organización.–