SE DUPLICAN EN UN AÑO LOS MENORES CON PROBLEMAS POR EL USO ABUSIVO DE LA TECNOLOGÍA
● El programa Suspertu atendió en 2022 a 121 adolescentes, el 67% por consumo de drogas, de los que siete de cada diez lo finalizaron de manera satisfactoria
PAMPLONA – El mal uso de la tecnología se ha convertido en un problema creciente en los últimos años, especialmente entre los más jóvenes. En Navarra, se ha duplicado en el último año el número de menores que tienen problemas por un uso excesivo de las pantallas. Así lo han constatado los responsables de Suspertu –un programa de prevención de consumos de riesgo de Proyecto Hombre– que en 2022 atendió a 121 menores navarros, de los cuales un 13,8% acudió por problemas con el uso de la tecnología, el doble que en el año 2021.
Según detallaron ayer en rueda de prensa, el programa Suspertu, además de a los 121 adolescentes, atendió a 245 familiares, un cifra “bastante parecidos a años anteriores”. Lo que ha experimentado un incremento importante ha sido el porcentaje de jóvenes que mejoran su conducta tras su paso por Suspertu. Así, el año pasado un 70,89% de los adolescentes que iniciaron el programa lo terminaron de manera satisfactoria, un aumento de 5 puntos con respecto a 2021 y de 7 con respecto a 2020. Además el 74% de las familias terminó el programa con resultado positivo.
El director del programa, Garikoitz Mendigutxia, detalló que los primeros consumos de drogas siguen siendo el principal motivo de las demandas recibidas en Suspertu: 66,7%. No obstante, un tercio de las familias (33%) refieren además situaciones de conflictividad en el entorno familiar; un 15%, problemas en el ámbito escolar; y un 13,8% problemas con el uso de las TIC, el juego o las apuestas.
Sobre los problemas por un uso excesivo de la tecnología, Sara Mendizabal, psicóloga de familias, señaló que “los factores de riesgo son comunes a los de otros consumos” y tienen que ver, principalmente, con la esfera social de los adolescentes. “No trabajamos de manera muy diferente,
con todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Qué pasa en el entorno de este adolescente para que esté entrando en este terreno? Ya sea en consumo de drogas, de apuestas, de uso excesivo de videojuegos...”, explicó Mendizabal. Por su parte, Mendigutxia apuntó que un inicio en los consumos de alcohol “aumenta el riesgo de iniciarse en otros consumos”, pero no se atrevió a asegurar que esto también ocurra con quienes tienen problemas con el uso de la tecnología: “No tenemos datos, pero podría ser”.
CRECEN LAS CHICAS: 29% En cuanto al perfil de los jóvenes atendidos, la enti
En este sentido, instó a repensar los comportamientos a nivel de toda la sociedad: “Muchas veces los padres lo normalizan con la excusa dad ha constatado un “pequeño aumento” de la presencia de chicas, tanto en términos absolutos como proporcionalmente: cerca de un tercio de las personas atendidas (29%) fueron chicas. A pesar de todo, apuntó Mendigutxia, el peso de los chicos continúa siendo superior dentro del programa, con el 71% de los casos, aunque históricamente la proporción ha estado rondando el 80%-20%. Con respecto a las familias, la proporción está más igualada aunque acuden más madres (54,3%) que padres (45,7%), “por una cuestión clara de roles de género”.
La media de edad de los varones que comenzaron su proceso en Suspertu fue de 16,5 años frente a los 16,05 de la de las chicas. En cuanto a las familias, la edad media en el momento de ingreso en el programa fue de 49,67 años y sin diferencias significativas entre los padres y las madres.
Por lo general, su estancia dentro del programa ronda los 6 meses. “El primer mes es de evaluación de la situación y del entorno del menor. Después empieza el trabajo con la familia y con el adolescente y la estancia media ronda los 6 meses”, expuso Mendigutxia, que señaló que las recaídas suelen ser muy minoritarias: “Al año tendremos unos 4 o 5 adolescentes que vuelven a Suspertu por segunda vez. Por lo general suelen ser chavales que no han terminado bien el programa, aunque también hay casos de adolescentes que finalizan de manera satisfactoria pero que en algún momento vuelven a tener conductas de riesgo”.
SENSIBILIZACIÓN El director de Suspertu resaltó el aumento “exponencial” en las actividades de prevención externa que desde Proyecto Hombre realizan tanto en centros escolares, en sesiones programadas en las aulas, así como en las actividades organizadas para padres y madres. Se ha incrementado más del 60% con respecto a 2021 en el total de horas impartidas (404 horas), mayoritariamente en centros escolares pero también familiares y se ha llegado a más de 4.400 adolescentes y casi 300 familiares.● de: “Todos lo hemos hecho”. Pero que siempre haya sido así no implica que haya que seguir así”, sostuvo Iturriagagoitia.