15 plazas públicas en viviendas para personas con discapacidad
El Ejecutivo crea 8 plazas para personas con discapacidad intelectual y 7 con discapacidad física
PAMPLONA – Derechos Sociales creará 15 plazas públicas en cinco viviendas con apoyo para personas con discapacidad física e intelectual. Del total de plazas, ocho se destinarán a personas con discapacidad intelectual y siete a personas con discapacidad física. Las viviendas están situadas en Pamplona y Comarca y tendrán un coste de 253.385,76 euros al año.
Hasta ahora, las viviendas eran gestionadas por cinco entidades distintas, del ámbito de discapacidad, y contaban con financiación de la Fundación
Caja Navarra y la Fundación La Caixa. Ahora, Derechos Sociales toma la titularidad del servicio que se prestará mediante la fórmula de concierto social de contratación pública. Para ello, ha iniciado el proceso de licitación, abierto hasta el 12 de julio, que se puede consultar en el portal de contratación del Gobierno foral. El concierto inicial durará un año, pudiéndose prorrogar por otros períodos de un año, hasta un máximo de tres.
“Es un paso más en la desinstitucionalización de los recursos residenciales y se enmarca dentro del modelo de atención centrado en la persona, que adecúa el servicio a las necesidades particulares en casa caso y cuenta para ello con la participación de las personas usuarias”, declaró la consejera Carmen Maeztu.
Estas plazas forman parte de las 42 que el Departamento de Derechos Sociales tiene previsto ofertar este año para personas con discapacidad, un programa de autonomía personal al que se van a destinar 856.883 euros.
Con la puesta en marcha de estos servicios en 2021, Navarra contará con 1.442 plazas para personas con discapacidad, de las cuales 899 se encuentran en 18 centros residenciales, mientras que 317 han optado por los pisos tutelados, o algunas de las viviendas con apoyo o vinculada a residencia que se pondrán a disposición. Otras 226 personas acuden a centros de día.
El servicio de vivienda con apoyo se define como un servicio prestado en una vivienda integrada en la comunidad, que ofrece atención integral a las necesidades básicas de las personas para mantener o mejorar su autonomía, facilitando la inclusión social y la participación social. Los usuarios de estas viviendas adquieren mayor autonomía en las actividades básicas cotidianas y se preparan para dar el paso a la vida independiente.
Para ello, se establecen entrenamientos, apoyos y supervisión necesarios según cada persona y momento. Dada persona cuenta con una profesional de referencia.