“No vengo a salvar a nadie, los otros eran también mi familia”
La hija y hermana de los acusados, en una contradictori versión con las anteriores, dice que su padre lo “hizo todo”
PAMPLONA – En una testifical plagada de contradicciones con sus declaraciones anteriores ante la Guardia Civil y el juzgado de instrucción –en ellas sí había dicho que su padre cogía la escopeta del asiento de atrás y no del maletero, como sostuvo ayer– la joven Amparo Jiménez Jiménez, cuyo padre y dos hermanos están siendo juzgados por el triple crimen de Cáseda, exculpó en su declaración a sus dos hermanos, Juan Carlos y Emilio y pese a ser testigo presencial de los hechos apenas pudo arrojar luz a los mismos. “Emilio es el único que no hizo nada –precisó–. Pero no vengo a salvar a nadie porquue los otros también eran mi familia. Vengo a cumplir con lo que se tenga que cumplir”. Pese a su anterior alegato, la versión de Amparo dejó grandes lagunas: “Mi padre sacó todo y lo hizo todo él”, manifestó acerca de la responsabilidad de los hechos. Amparo, quien estaba casada por el rito gitano con Julián, ha relatado que nueve días antes de los hechos se había ido a casa de sus padres en Muniain de la Solana debido a una discusión con su pareja, aunque volvió a Cáseda en el coche de una amiga, porque quería reanudar la relación, en contra de la opinión de su padre. Ese día, ha dicho, hubo por teléfono “unas palabras entre padre e hija”, que según indicó no llegaron a ser una discusión. Luego dice que al llegar a Cáseda su padre le dio una tortita, que no fue una agresió, y que a Julián, al que calificó de maltratador, le dio otra.
Sobre la pelea, por primera vez la testigo dijo que la expresión “saca, saca”, la dirigió su suegro Fermín, fallecido, hacia uno de sus hijos, aludiendo a que sacara una vara para pegarle al padre de la testigo, que tenía marcas de varazos en el pecho y en la espalda.