Condenado a dos años por abusar de una amiga en un piso de Pamplona
El acusado, de 40 años, tendrá que abonar 20.000 € a la víctima
PAMPLONA – La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra condenó ayer de conformidad a dos años de prisión a un hombre Y.A., de 40 años y de nacionalidad paquistaní, por abusar sexualmente de una amiga en un piso de Pamplona. Al acusado se le impusieron cinco años de libertad vigilada y se le aplicó la atenuante de reparación del daño después de que hubiera abonado 20.000 euros a la víctima, a la que defendió el abogado David Nagore. La denunciante presenta una capacidad intelectual baja y mostraba sintomatología ansioso-depresiva, recoge el fallo. Los hechos ocurrieron en abril de 2018 después de que el procesado gestionara a través de otra amiga el alquiler de un piso para la víctima. Esta había accedido a residir en el inmueble en marzo de 2018 junto a la dueña del piso y dos chicas más. Después de que el acusado acudiera un día a comer al domicilio, comenzó a tener contacto telefónico con la víctima y se le insinuó en varias ocasiones, lo que provocó que ella “le rechazara” cuando intentó besarla en una ocasión. Al poco tiempo, la víctima siguió una relación con el procesado, debido a que era amigo de la dueña del piso que ella compartía. “No tenía interés en mantener ningún tipo de relación con él”, dice el acuerdo alcanzado.
IGNORÓ EL RECHAZO DE LA JOVEN Sin embargo, sobre las 00.30 horas del 22 de abril de 2018, el encausado acudió al domicilio, encontrándose ella sola, le abrió la puerta y pasaron al salón. Así, sin llegar a usar la violencia o intimidación, y sin que ella consintiera los contactos sexuales, ya que los negó en varias ocasiones verbalmente, el acusado comenzó a besarle en la boca y a desnudarla. Así la llevó hasta la habitación, donde finalmente consumó los abusos por dos veces.
El acusado, reza la sentencia, hizo caso omiso a las verbalizaciones expuestas por la víctima, que no quería tener relaciones sexuales con él. “Fue muy insistente, lo que motivó que ella se asustase, se quedase bloqueada y no supiera cómo reaccionar, sintiendo mucho asco, diciéndole en todo momento que parase”. Al día siguiente, la chica, con un fuerte sentimiento de rechazo hacia lo que había ocurrido, se acercó a una farmacia de Pamplona y compró una píldora del día después para intentar “evadir el problema”. Después de estar esa misma tarde paseando con un amigo, y al encontrarle este rara, la joven confesó lo que le había pasado. Fue este amigo precisamente el que la convenció para acudir a denunciar lo sucedido y la llevó a la comandancia de la Guardia Civil.
Para reparar el daño, fija la sentencia, el acusado tiene embargados 6.000 euros y en fechas recientes ha consignado para pago de la responsabilidad civil la cantidad de 14.000 euros, cantidad “para cuya obtención ha supuesto para el reo un importante esfuerzo económico, ya que ha debido pedir un préstamo personal y ha tenido que pedir ayuda a terceras personas, ya que carecía personalmente de ahorros para afrontar el pago de dicha cantidad. El acusado se encontraba en libertad y le fue suspendido el ingreso en prisión, debido a que carecía de antecedentes penales. ●