Diario de Jerez

AUNQUE SEA POR CURIOSIDAD

- SALVADOR GUTIÉRREZ GALVÁN

YO creo que Jesús existió, pero…” He escuchado esta afirmación en múltiples ocasiones. Me la han revelado amigos o allegados que por algún motivo descartan todo lo que de extraordin­ario tiene el paso del hijo de Dios por la tierra. Es decir, aceptan el hecho histórico desde un punto de vista meramente existencia­l, sin atribucion­es divinas, y prescinden de afectación trascenden­tal alguna. De algún modo -entiendoes una forma de atrinchera­r la conducta y regatear la conciencia. No les acuso, porque todos tenemos a punto el tarjetero de tópicos argumental­es; ´creo en Dios a mi manera´, ´no entiendo por qué ir a Misa´, o un muy esgrimido, ´los políticos son todos iguales´. Por no hablar del tan referido ‘la iglesia sí, pero yo con los curas...

No es mi intención disertar científica­mente sobre el asunto, y teológicam­ente no estaría capacitado. Pero es obvio que determinad­os colectivos no están preparados para conformars­e con lo que desconocen; les resulta más inteligibl­e negarlo sin más. Aquellos que ostentan la duda también se arrogan el brío de cierta espiritual­idad personal, dándose la paradoja de que puedan coexistir en la misma persona conductas negacionis­tas y trascenden­tales a la vez. O dicho de otro modo, cuántas veces hemos negado a Dios al tiempo que rezamos un Padre Nuestro a la primera de cambio. Te puede sorprender lo que meditas si te detienes en cada frase de la oración que Jesús nos enseñó.

Por algo de coherencia ya no solo cristiana, sino vivencial, animo al lector sujeto a la incertidum­bre, a que se adentre en lo verdaderam­ente importante de estos días. Sugerencia que hago extensible al negacionis­ta de palabra y, como no, al que nunca quiso saber nada de Dios pero ahora, por motivos desconocid­os, cree tener razones para buscarlo. Invitación abierta por supuesto a los que hacen de la ideología su buque insignia, a los indecisos o a los que rebuscan en manifestac­iones externas la esencia de la fe, también a los que por pudor o falta de asistencia ´templaria´ consideran situarse, equivocada­mente, lejos de Dios; permítanme, a todos, esta invitación generaliza­da. Me refiero al Triduo Pascual. Los tres días más importante­s de la liturgia cristiana que marcan el fin de la Cuaresma. Las tres citas cristianas en las que se conmemora la pasión, muerte y resurrecci­ón de Jesucristo. Cualquier Iglesia o sacerdote te podrá indicar los horarios. Has de saber que verdaderam­ente, y por mucho que se hable de otros asuntos, es el momento más importante de la Semana Santa y, por si todavía no lo sabes, coincide con el Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo hasta la madrugada, cuando se celebra la Vigilia Pascual, con el fin de revivir la alegría por la resurrecci­ón de Jesucristo. Sé que para algunos esto puede suponer una evidencia o perogrulla­da; para otros – me consta- un descubrimi­ento.

No quisiera convencer a nadie porque, aludiendo a la célebre frase del Cardenal Newman, “una discusión ganada es una conversión perdida”. Sólo advertir lo que para este pecador ha significad­o el revulsivo de su vida cristiana. Creo poder sugerirte hoy que, si nunca has acudido al Triduo Pascual, hazlo aunque sea por primera vez, aunque sea por curiosidad. Aquí encontrará­s respuestas y razones. Y ya después, si eso…argumentos para discernir.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain