Granada: la noche de los terremotos
● El 112 recibe medio millar de llamadas tras la intensa noche del martes ● El Patronato de la Alhambra apuntala las almenas de la Torre de las Gallinas ● Sin clases en Santa Fe
● El ‘enjambre sísmico’ lleva el pánico a la ciudad
Una semana o meses. La serie de temblores que sacuden Granada y han generado una notable alarma entre la población podría cortarse en próximos días o alargarse a más largo plazo. Así lo aseguró ayer la investigadora del Instituto Andaluz Interuniversitario de Geofísica y Prevención de Desastres Sísmicos Mercedes Feriche. La experta destacó en una rueda de prensa ayer, en la sede del instituto, que se trata de una serie “común” en la zona de Granada.
Los movimientos registrados han sido “superficiales”, cerca de poblaciones, y los sedimentos aluviales de la zona han amplificado el efecto del temblor. Además, la particularidad de la cuenca ha servido de “caja de resonancia” del movimiento. Las especiales características geofísicas de Granada hacen que los terremotos pequeños sean sentidos por la por la población y los “menos pequeños causan una alarma tremenda”.
“Va a seguir habiendo actividad” sísmica en la zona, aseguró Feriche, que también reconoció que “no se sabe” cuánto tiempo se prolongarán los seísmos, “una semana o meses”. La serie de 1979 comenzó en marzo de ese año en Chimeneas y duró hasta septiembre, cuando finalizó en Armilla. Más reciente en el tiempo, del año 2016, es el enjambre sísmico detectados en la zona de Peal de Becerro, en la provincia de Jaén, donde hace unos años se produjeron unos 7.000 temblores.
Feriche recordó durante su intervención la importancia de las regulaciones, tanto de la normativa sismorresistente en edificación como de las recomendaciones y pautas que ofrezca Protección Civil, así como la necesidad de educar. “Tenemos que vivir de cara al riesgo sísmico, nunca de espaldas”, zanjó la investigadora. Entre estas recomendaciones se instó a la población a no salir a la calle durante los terremotos, para evitar exponerse a las caídas de elementos de las fachadas o de los balcones. En el terremoto de Lorca, en Murcia, los fallecimientos se produjeron después del seísmo precisamente por este motivo.
La comparecencia ante los medios comenzó con la intervención del consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, quien quiso agradecer el comportamiento de la población granadina durante la noche del martes al miércoles. Preguntado por el hecho de que decenas de personas decidieran salir de sus casas a pesar del toque de queda decretado para atajar la evolución de la pandemia de coronavirus, Bendodo reconoció que “se puede permitir salir a la calle” y que es “condición humana” salir a zonas abiertas en situaciones tan excepcionales como la de noche del 26.
Bendodo indicó asimismo que no hay todavía una estimación de los daños, ya que “siguen llegando llamadas al 112” para alertar de desperfectos, por lo que la Junta de Andalucía continúa “evaluándolos”. En este sentido, Bendodo señaló que se ofrecerá “ayuda” para cuantificar el alcance de los desperfectos. Sí trascendió ayer que hasta 13 centros educativos de Granada, ubicados en cuatro municipios, han trasladado información de la existencia de diversos daños.
En todos ellos hubo clase ayer, a excepción de los centros educativos de Santa Fe, donde hoy, si se da el visto bueno de los técnicos, es posible que se retome la docencia presencial. Eso sí, en algunos centros, como el IES Vega de Atarfe o el CEIP Atalaya, también de la localidad atarfeña, ayer la asistencia de alumnos fue muy inferior a la de un día normal. Según el director del centro Atalaya, Cecilio Martín, un 30% del alumnado de Primaria sí había asistido al centro. El porcentaje era menor en el caso de Infantil. Sobre el motivo, el director explicó que hubo familias que decidieron pasar la noche fuera de sus domicilios, en el coche, ante el miedo a un nuevo terremoto.
Lo primero en pasar el examen de los técnicos para verificar su estado fueron la Alhambra y del Metro. En relación al conjunto monumental granadino, Bendodo dijo que se había llevado a cabo una inspección “ocular” que no reveló problemas estructurales. Sí se ha determinado la necesidad de apuntalar las almenas de la Torre de las Gallinas, que está fuera del itinerario de los visitantes.
Desde el Patronato de la Alhambra y el Generalife se apuntó que, después de los temblores, se notificó la presencia de personas en los bosques de la Alhambra. “El personal de Seguridad les informó de que no eran una zona adecuada porque podían registrarse caídas de ramas como consecuencia de los
Hubo quien decidió resguardarse en los bosques de la Alhambra
Se detectaron desperfectos en 13 colegios de cuatro localidades
movimientos sísmicos”, señaló la nota remitida por el monumento, que también reseña que se cortó la Cuesta de los Chinos ante la presencia de grietas.
En cuanto al Metro, la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, apuntó que el flujo de viajeros descendió en la mañana de ayer, después de los seísmos, un 7%. Carazo detalló las comprobaciones que se han hecho en todo el recorrido para garantizar la seguridad e hizo un llamamiento a la calma. En una “noche larga” se hizo el recorrido en un primer momento con ocupación “limitada” y “velocidad reducida”. A partir de las once de la noche se optó por revisar el recorrido, túneles, vías, pasos inferiores, ascensores, catenarias y demás elementos. Sobre la grieta en Recogidas, la consejera explicó que “ya existía”. Se hizo una tercera revisión en vacío por parte de los conductores y se mantiene el trabajo de los técnicos.
En cuanto al resto de infraestructuras viarias, no se han señalado daños en carreteras. También se analiza el parque público de viviendas y, así, 1.454 residencias han sido supervisadas.
Por parte del Gobierno central, la subdelegada, Inmaculada López Calahorro, pidió que se atienda a la información oficial y que no se haga caso de los bulos. El alcalde de Granada, Luis Salvador, además destacó la “absoluta coordinación” entre instituciones.
El plan sísmico permanece activo desde el pasado fin de semana. El sábado se produjo un primer movimiento de 4,4 que provocó diversos daños materiales y hasta un herido leve. A este temblor le siguieron otros. Entre éstos destacan los de la noche entre el martes y el miércoles. En la misma mañana de ayer se produjo otra nueva sacudida.
Después de estos sucesos, desde el Gobierno de la Junta se ha activado la fase de preemergencia, que se caracteriza por el “seguimiento instrumental” de la serie, detalló el consejero. Se mantiene una “vigilancia estrecha” y, según Bendodo, se ha reforzado el servicio del 112, que sólo en la noche del martes recibió medio millar de llamadas, más de 700 desde el sábado 23. Además de ofrecer estos datos, el consejero aseguró “entender el miedo y la incertidumbre”.
Desde el 1 de diciembre se han registrado 416 terremotos en la zona de Granada donde se produce la serie que ha alertado a los granadinos, según los datos del Instituto Geológico Nacional. La alarma provocada por estos temblores recurrentes está detrás de las 700 llamadas que suma el 112 desde el pasado sábado 23 de enero. Sólo en la noche del martes al miércoles el teléfono de emergencias de la Junta de Andalucía, servicio adscrito a la Consejería de Presidencia, registró medio millar de llamadas. De estas, 15 informaron sobre desperfectos.
Se notificaron, según la información del 112, grietas y desprendimientos de elementos ornamentales en algunas viviendas de Granada, Atarfe, Santa Fe y Maracena. Entre las incidencias más relevantes destacan la caída de un muro en la calle maestro José Merino en Maracena, que no causó heridos, así como la caída de azulejos en la fachada del colegio Nuestra señora de la Consolación en Granada capital. En Santa Fe, se notificó la caída de parte de una chimenea en la calle Rosa de Luxemburgo, así como el derrumbe de una vivienda abandonada en la calle Real. En ninguna de estas incidencias se indicó que hubiera daños personales, mientras que el pasado sábado sí hubo un herido leve.
“Pedimos a la población que atienda las recomendaciones del 112”, subrayó Bendodo, que pidió “no atender a bulos”. Sobre las recomendaciones, destacan, además de la de no salir de un edificio o entrar en él mientras dure el seísmo, no hacer uso de los ascensores, evitar saturar las líneas telefónicas o alejarse de la vertical de las edificaciones para evitar la caída de cascotes.
El IGN suma 416 seísmos en la zona desde primeros del mes de diciembre