Con el pregón de Gutiérrez Jerez suena el clarín del abono jerezano
● La afición de Jerez llena la Bodega Fernández Gao en el XXVV Pregón del Toreo Jerezano
El pregón del toreo jerezano de Los 13, pronunciado por el profesor Luis Javier Gutiérrez Jerez, ha cumplido un año más, y van 35 temporadas, con su tradición de ser el clarín que anuncia el abono taurino de Feria del Caballo.
Además envuelto en la jerezanía del escenario, las Bodegas Fernández Gao en la calle Arcos, entre las vetustas botas de oloroso y palo cortao de la casa y cabe las vigas de madera que un día albergaron la cochera de Petra de la Riva, joyero en su día de enganches y guarnicionería que alhaja el museo de la Escuela de Arte Ecuestre a quien está dedicada la feria. Hasta el formidable pilón de la trabajadera conservan serenos conversadores de toros y de un elegante bienvenidismo. Algo hicieron por el toreo en Jerez y sonó un pasodoble para los 13. Su pasodoble.
Abrieron plaza los metales con un clásico de estos pregones, “Manolete” y Jesús Rodríguez, cálido y afectuoso, dio la bienvenida antes del estreno del pasodoble dedicado a la veterana tertulia.
A Bernardo Palomo correspondió presentar al autor del pasodoble, Ismael Ancela Pérez, y del pregonero, Luis Javier Gutiérrez Jerez. Ambos de nutrido currículum, el primero del mundo de los atriles y el segundo de los estrados. Desde Sanlúcar un músico estrechamente ligado a las partituras cofrades, y desde Granada un profesor universitario en Jaén y académico en Jerez.
Gutiérrez Jerez hizo un recorrido por la fiesta y su extensión cultural dedicando un amplio capítulo final a Joselito el Gallo en 1920, aquella corta temporada que arrancó con denuestos en Madrid y terminó trágicamente, apenas comenzada, en Talavera .
Un pregón que cambiaba los terrenos del ayer y el hoy del toreo sin que faltaran las pinceladas de la afición caballística del autor en un relato muy aplaudido en el que no faltó el reclamo a la unidad de todos en favor de una fiesta que leyes derogables, avisó ex cátedra, protegen pero levemente, no como una ley orgánica. De momento, feliz feria y que lo pasen muy bien en los toros.
El pregonero avisó que las leyes protegen a la fiesta pero que pueden ser cambiadas