UN HOMBRE COMPROMETIDO CON SU TIEMPO

Ha fallecido, cuando estaba a punto de cumplir los ciento un años, en el privilegio de su casa, nunca mejor dicho, Pedro Jiménez Galán, después de una senectud cargada de recuerdos, arropada del cariño de sus familiares, del afecto y reconocimiento de sus conciudadanos. Pedro era un hombre sencillo y cercano para cuantos le conocían en Chiclana, que eran muchos. Sabía usar la palabra con reflexión y vehemencia. Sabía conectar con la gente, era dialogante y negociador. Ese era uno de sus grandes talentos, el que ha dejado huella.

Vivió bastante, no por haber cumplido tantos años sino cómo lo vivió: con compromiso a la sociedad a pesar sus tantas tragedias y vicisitudes por las que pasó a lo largo de su vida. Conoció la dictadura de Primo de Rivera, la República, la dictadura franquista y los reinados de Juan Carlos I y Felipe VI. En todos estos periodos históricos supo compartir su compromiso social y político con quienes más lo necesitaban, con la gente sencilla y trabajadora, obrera, como él.

De joven ingresó en las Juventudes Unificadas Socialistas y más tarde en el Partido Socialista Obrero Español. Sufrió la guerra civil y el encarcelamiento en un campo de concentración durante la posguerra. Tras la dictadura y con la llegada de la democracia fue un servidor público, primero como diputado constituyente, en 1977, y a partir de 1979 concejal de nuestro Ayuntamiento en las dos primeras legislaturas. En ambos casos, asumió sus responsabilidades políticas entregándose al bien común, en la defensa de la libertad, la democracia y los derechos de los trabajadores. No en vano fue dirigente de la Unión General de Trabajadores

durante muchísimos años.

En una ocasión le entrevisté en Radio Chiclana, F. M. para que nos hablara sobre el periodo constituyente durante nuestra Transición política. De aquella larga charla recuerdo unas sabias palabras; palabras que, de alguna manera, llevaban la impronta de aquel tiempo histórico: “Para mí las personas están por encima de las ideologías”. Con ellas está dicho todo. Descanse en paz.