Teherán limita las inspecciones a su programa nuclear para presionar
● La República Islámica suaviza estas medidas gracias a un acuerdo de última hora pero insta a EEUU a retirar las sanciones
Irán restringió desde ayer las inspecciones internacionales a sus instalaciones nucleares, aunque el acuerdo logrado a última hora por la agencia atómica de la ONU suaviza la limitación del acceso y otorga tiempo a las negociaciones políticas.
Esta controvertida medida de limitar el acceso de los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) está recogida en una ley aprobada por el Parlamento iraní el pasado diciembre con el objetivo de defender los derechos nucleares de Irán y presionar a EEUU para que levante sus sanciones.
“Obligados por la ley, detuvimos la implementación voluntaria del Protocolo Adicional. Totalmente compatible con el artículo 36 del JCPOA (siglas en inglés del acuerdo nuclear de 2015) ya que aún no ha cesado la violación de EEUU”, escribió ayer en Twitter el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.
El citado Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP) permite acceso sin previo aviso a los inspectores a cualquier instalación nuclear de Irán, civil o militar, por lo que su fin supone un varapalo al trabajo de verificación que la AIEA lleva a cabo desde la firma del pacto.
Esto no implica, no obstante, el fin de todas las inspecciones, ya que se mantienen aquellas en el ámbito del acuerdo de salvaguardias. “La implementación de la ley del Parlamento no significa el cese de la cooperación de Irán con la AIEA (...) Nuestra cooperación con la AIEA continuará”, afirmó el jefe de la diplomacia iraní.
Además, el domingo, Irán y la agencia nuclear de la ONU llegaron a un pacto técnico bilateral temporal mediante el cual la AIEA continuará con las actividades de verificación y seguimiento necesarias hasta tres meses.
Zarif calificó en esta jornada de “éxito diplomático único” este arreglo, que despertó las críticas del Parlamento por considerarlo una violación a la ley, y aseguró que muestra “la buena voluntad” de Irán.
También explicó que lo acordado implica que las grabaciones del desarrollo del programa nuclear, que se entregaban a diario o semanalmente a la agencia de la ONU, van a seguir realizándose, pero las imágenes “de ahora en adelante no se proporcionan a la AIEA”.
En caso de que EEUU retire las sanciones en ese plazo de tres meses, Irán entregará a la AIEA las cintas con las grabaciones y, en caso contrario, borrará el material.
Aunque la situación es delicada, por lo menos permite ganar tiempo para que Irán y la nueva Administración de Joe Biden, que tiene voluntad de regresar al JCPOA, lleguen a un entendimiento que salve el maltrecho pacto.