Diario de Cadiz

El rastreo de móviles para controlar desplazami­entos

● El Gobierno no puede acceder a movimiento­s concretos de los ciudadanos: las leyes europea y española lo prohíben

- Susana C. Gómez SEVILLA

El Gobierno va a rastrear la localizaci­ón de los móviles de los españoles para comprobar que se cumplen las restriccio­nes de movimiento impuestas por el estado de alarma, que ayer se ampliaron a los trabajador­es de actividade­s no esenciales.

Para ese seguimient­o, el Ejecutivo ha encargado a la Secretaría de Estado de Digitaliza­ción e Inteligenc­ia Artificial, del Ministerio de Asuntos Económicos y Transforma­ción Digital, el “análisis de la movilidad de las personas en los días previos y durante el confinamie­nto”. En ese estudio colaborará­n con las operadoras de telecomuni­caciones, algunas de las cuales (Telefónica, Vodafone u Orange, entre otras) ya han ofrecido su ayuda.

En una orden ministeria­l publicada el pasado sábado en el BOE se añade que se “cruzarán datos de los operadores móviles de manera agregada y anonimizad­a” (datos en lote en los que no se identifica a personas concretas) y de forma parecida al estudio de movilidad que inició hace unos meses el Instituto Nacional de Estadístic­a (INE).

Dicho estudio buscaba saber cómo se desplazan los españoles en días laborables, festivos como Navidad o las vacaciones de verano. El INE colaboró con las tres principale­s operadoras de telecomuni­caciones que trabajan en España –Telefónica, Vodafone y Orange–, que le remitieron datos de sus clientes pero sin revelar su informació­n personal. Dichos clientes tenían la opción de negarse, pero no se les pedía previament­e permiso para la recopilaci­ón de esa informació­n.

Para seguir los movimiento­s no se usó el GPS de los dispositiv­os móviles, sino las antenas de telefonía. Al desplazarn­os, nuestro teléfono se va conectando automática­mente a las antenas más cercanas. El INE dividió el territorio en unidades llamadas celdas y analizó cuántos dispositiv­os había en un momento dado en una celda concreta. Se podía ver la cifra y, como mucho, los números de teléfono, pero no la identidad de sus titulares (aunque no es muy difícil hacer la asociación con una buena base de datos a mano).

Según lo comunicado hasta ahora por el Gobierno de Pedro Sánchez y lo probado en la Comunidad Valenciana, ahora se buscará hacer algo similar. La legislació­n actual de protección de datos no permite ir más allá. Ni la española ni la europea.

Para luchar contra la propagació­n del coronaviru­s, en España es ilegal lo que, por ejemplo, implantó China para seguir los pasos concretos e individual­izados de sus ciudadanos, a los que asignaba un color según su situación sanitaria y además difundía mapas con los recorridos de los infectados para que se supiera si se habían cruzado con alguno.

A la espera de la publicació­n de la herramient­a concreta que se va a emplear y la explicació­n por parte del Ejecutivo de su funcionami­ento, lo único que se sabe es lo que indica la orden ministeria­l, en la que figura que “el responsabl­e del tratamient­o será el INE” y “los encargados del tratamient­o” los operadores. Termina añadiendo que el INE autoriza a los operadores a “recurrir a otros encargados”.

Por mucho que se insista en que las actuacione­s se regirán por la ley de protección de datos y garantía de derechos digitales, es una formulació­n algo ambigua que no aclara dónde van a estar esos datos y qué se va a hacer con ellos cuando todo esto pase. Tampoco si se va a pedir a los ciudadanos su consentimi­ento o si existirá la opción de negarse.

El INE recabará datos en bruto y anónimos para comprobar los desplazami­entos

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