Las mujeres de la Pasión
Cordobesas pueden verse representaciones de mujeres que pasan desapercibidas pero que tuvieron un papel fundamental en la Pasión de Cristo
En esta jornada donde se celebra el Día de la Mujer quizás sea una buena ocasión para recordar aquellas valientes mujeres (si tememos en cuenta la situación social y jurídica a la que estaba sometida la mujer en los tiempos que les tocó vivir) que tuvieron un papel fundamental en la Pasión de Cristo, mujeres que cada Semana Santa pasan casi desapercibidas en algunos de los pasos de misterio de nuestras cofradías,
Siguiendo el relato de la Pasión, se puede ver cómo Jesús era seguido por una gran multitud de mujeres que se dedicaban en su mayoría al campo o a las tareas domésticas. El Evangelio de San Lucas nos narra cómo en el camino del calvario «lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos...»
La especial atracción que Jesús ejercía tampoco pasó desapercibida para otra mujer, Claudia Prócula, la esposa de Poncio Pilato, quien intentó librar a Jesús de la cruenta pasión. Según San Mateo, Claudia Prócula le dice a su marido: «No te metas con ese justo, porque esta noche he tenido pesadillas horribles por su causa». Claudia Prócula la vemos en el paso de Jesús de la Sentencia y en el de Jesús de la Sangre del Císter.
No menos interesante es el extraordinario papel de María de Magdala, la Magdalena, quizás la discípula de Jesús más popular, le acompañó en su crucifixión junto a su madre, María, siendo la primera en presenciar
su Resurrección. La Magdalena la vemos en pasos como el del Buen Suceso, el Descendimiento, el Cristo de Gracia y el palio de la hermandad del Sepulcro.
Otra importante mujer fue la Verónica, mujer de gran valentía, ya que su acto de limpiar el rostro de Jesús en el camino del calvario le podía haber causado una peligrosa reacción por parte de todos
aquellos que increpaban a Cristo. La Verónica es representada junto a las Santas Mujeres en el paso de la hermandad de la Santa Faz.
No fueron las únicas, según los evangelios en la crucifixión «había allí muchas mujeres que miraban de lejos: eran las mismas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo». Entre ellas estaban, además de la Magdalena, María
Salomé y María de Cleofás. Las Santas Mujeres que vemos en pasos como el Buen Suceso, o el misterio del Descendimiento.
Mujeres en un mundo de hombres que permanecieron fieles durante la Pasión cuando sus discípulos (hombres) le abandonaron. Mujeres que desafiaron todas las leyes de su tiempo para cumplir con un objetivo: seguir a Cristo.