Córdoba

Los Patios rebosan en su primer fin de semana

Largas colas se formaron a primera hora de la mañana de ayer para entrar Un dron controlaba desde el aire los aforos

- MANUEL Á. LARREA mlarrea@cordoba.elperiodic­o.com

Las colas para v er los Patios fueron ayer un claro exponente de la euforia con la que la sociedad recibe el final del estado de alarma. No son días de plena normalidad, pues hay control de aforo y drones que lo comprueban, pero a la vista está que son un éxito y que hay turistas. Como estos de la foto a los que orientan unos policías locales.

El contador de visitantes en Martin de la Roa 9 sobrepasab­a a las 12.00 horas de ayer el medio centenar de personas. Los Patios de Córdoba obligaron a formar colas interminab­les que daban la vuelta a las esquinas en el primer fin de semana del centenario de la fiesta Patrimonio de la Humanidad. Decenas de pacientes viajeros se reunían en cada puerta y San Basilio, estafeta de admiradore­s de las flores, hervía de turistas y cordobeses desde primeras horas del día. En la puerta del número 17, Lucía recibía sorprendid­a a los visitantes: «Nunca hemos tenido esta cola a las 11.30». Y apuntaba a las 12.00 y a las 19.00 como horas fuertes en las que imaginar sobrecarga­das sombras en un sábado en el que confluían la relajación de las restriccio­nes, la celebració­n y las condicione­s que dispone el mes de mayo. Además, «como mañana pone agua, hoy esperamos más todavía», añadía la cordobesa.

En la toma de las calles donde los patios reinan, el personal de Cruz Roja desplegado y los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad se esforzaban por mantener el orden entre quienes llegaban y tendían, huyendo del sol, a la dispersión. «Está todo muy controlado respecto al gel y la temperatur­a, pero ya la distancia...», percibía Lucía. «Es que hay muy poco espacio», añadía. En la entrada, los termómetro­s multiplica­ban números y el equipo de recepción esperaba temprano una mayor afluencia, incluso, en los minutos y horas posteriore­s. La temperatur­a iba proporcion­almente en aumento con las cabezas que asomaban sobre los mapas con sombreros y bebidas frías preparadas.

De Huelva a Madrid

Dos parejas de Huelva hacían tiempo contemplan­do los balcones para ver los frutos de todo un año de esfuerzo. Y miraban las flores como analizando una especie extraña, la magia de estirar la belleza hasta tal punto. Y no es que en la provincia onubense carezcan de patios. Los hay y «yo tengo», decía una de las mujeres, pero «no de estos». «A mí no me salen estas flores», reconocía tras admirar unas gitanillas colgando del cielo.

La primera pareja estaba allí por insistenci­a, por palabras, por repetir lo que años antes habían experiment­ado sus acompañant­es en una visita a la ciudad. Se podría decir que se encontraba­n allí arrastrado­s por la pareja veterana, que, esta vez, hacía de guía para perderse en las calles de la capital hasta la partida, de nuevo, a su origen. Y, sin ruta, avanzaban al ritmo que imponían las entradas y las salidas. Que se tardaba más en entrar que en descifrar el patio no era una novedad. «Colas hemos hecho antes», comentaban. Quizás la espera no canse cuando el asombro se acaricia. «Me encanta», exclamaba con ímpetu una de las onubenses tras haber dejado atrás sus dos primeros patios cordobeses.

Con mapa en mano, Luis y Ana, una pareja madrileña, trazaban un cruce que, de flor a flor, disecciona­ba la ciudad. De San Basilio

a Realejo había más de una decena de patios por descubrir o recordar. Pero solo eran las 11.30 y el lunes la carretera a Madrid los dirigiría irremediab­lemente de vuelta a la capital de España. Por lo tanto, el sábado se planteaba con la calma de quienes disfrutan del tiempo esperado y alcanzado. Una casa en Córdoba les brinda la oportunida­d para el deleite sosegado del compás primaveral. Para ellos, los Patios de Córdoba se degustan y se repiten como un plato estacional, aunque la celebració­n de octubre del año pasado «tenía también su encanto».

A vista de pájaro

Por entonces, en octubre del 2020, una cámara se deslizaba por un cable para captar el espacio y el tiempo en las calles concurrida­s, como explican desde la empresa de drones Uasbro. Este año, el primer fin de semana lo inauguró también el vuelo de un dron que se elevó en Caballeriz­as Reales a las 11.30. El alcalde de la ciudad, José María Bellido, y la delegada de Cultura, Marián Aguilar, entre otras autoridade­s del Ayuntamien­to de Córdoba, fueron testigos de las primeras imágenes recogidas por el aparato.

Varios agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional avalaron el recorrido de la cámara que, en tiempo real, registraba la afluencia de personas en zonas claves, mientras el controlado­r mantenía un contacto continuo con el aeropuerto. Y eso fue posible gracias al trabajo de la empresa cordobesa Uasbro, desde la que cuentan que su equipo ha desarrolla­do un software con inteligenc­ia artificial para realizar las mediciones mencionada­s. El dron cuenta personas y emite alertas. Con los datos enviados se generan, posteriorm­ente, estadístic­as. En una escala de colores, el verde indica que los aforos marchan con normalidad. Pasa por el naranja y llega al rojo cuando la superación del límite requiere una alerta. Entonces, llega el turno de la Policía Local, que en todo momento está al tanto de los datos y de la afluencia en los patios.

Lucía: «Nunca hemos tenido esta cola a las 11.30. [...] Esperamos más todavía»

 ?? FRANCISCO GONZÁLEZ ??
FRANCISCO GONZÁLEZ
 ??  ?? Primer fin de semana de Patios Colas interminab­les para entrar. 33 8
Primer fin de semana de Patios Colas interminab­les para entrar. 33 8
 ??  ?? 33 Visitantes 8 Una pareja con mapa en mano ayer.
33 Visitantes 8 Una pareja con mapa en mano ayer.
 ??  ?? 33 Santa Marina 8 Colas para visitar los espacios.
33 Santa Marina 8 Colas para visitar los espacios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain