El fin de la policía local
Suenan las sirenas y cientos de agentes indignados toman el centro de Atenas. Son de la policía local y esta vez son ellos los que están en huelga y se manifiestan: su cuerpo tiene los días contados. Según el acuerdo alcanzado entre el Gobierno del conservador Antonis Samarás y la troika, Grecia despedirá a 4.000 funcionarios a finales de año e incluirá a 25.000 en la reserva laboral, un sistema por el cual los trabajadores recibirán el 75% de su salario durante 8 meses, y si no se les ha encontrado una nueva plaza en otro organismo público, serán despedidos. Además de profesores, empleados ministeriales y municipales, los 3.494 policías locales que tiene Grecia entrarán en este esquema: algunos pasarán a la Policía Nacional, pero la mayoría serán despedidos y el cuerpo, desmantelado. “No todos los países tienen policía local”, justifica una fuente del Gobierno. “Este servicio público, como otros muchos, desaparecerá”, se queja Yannis, que denuncia que la decisión fue tomada el viernes “de la noche a la mañana”, lo que recuerda cuando, para completar el cupo de despidos, el Gobierno cerró la radiotelevisión pública y echó a sus 2.600 empleados. “Muchos somos titulados universitarios, sabemos idiomas y hemos conseguido la plaza en unas oposiciones”, explica Theodoros, licenciado en Matemáticas y policía municipal, que cobra 800 euros: “¿Cuándo se dará cuenta el Gobierno de que despidiendo a la gente no se arreglan los problemas económicos? Eso significa más familias que no consumirán”.