Erdogan abre el parque Gezi pero lo cierra poco después
Ayer iba a ser el día en que los estambulíes recuperasen el parque de Gezi, detonante y símbolo de las protestas que durante un mes han recorrido Turquía en contra de las maneras cada vez más autoritarias del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Pero no lo fue: tras poco más de tres horas abierto, la Delegación del Gobierno ordenó de nuevo su cierre para impedir una concentración de protesta. “El parque es del pueblo de Estambul”, aseguró el gobernador Hüseyin Avni Mutlu en la ceremonia de apertura. Desde el 15 de junio la plaza había permanecido cerrada y tomada por los agentes. A partir de ahora, aseguró Mutlu, el parque “permanecerá abierto las 24 horas del día y la gente podrá pasear”, pero lanzó un aviso: “No dejaremos que un grupo se apropie del parque, este no es un lugar para hacer foros, ni para gritar consignas” y solo se podrán llevar a cabo concentraciones con “permiso”, dijo. La Plataforma de Solidaridad con Taksim había convo-
Las autoridades ordenan su clausura por el temor a nuevas protestas
cado una asamblea en Gezi a las 19.00 y en cuanto terminó la ceremonia de apertura, decenas de personas penetraron pacíficamente en el parque cantando eslóganes contra el Gobierno. Poco antes de las 18.00, la policía comenzó a conminar a la gente a abandonar el parque, incluso dando patadas a quien se resistía. “¿No habían dicho que el parque era del pueblo?”, preguntó a los agentes una señora citada por los medios turcos. “Razones de seguridad”, respondieron estos. Viandantes y manifestantes fueron repelidos con gas y cañones de agua a presión, el tráfico fue cortado y tanto Gezi como la plaza de Taksim quedaron cerrados al paso.
Y volvieron las escenas del pasado mes: los vehículos de la policía patrullando y lanzando agua con productos químicos; los antidisturbios, persiguiendo a los manifestantes y disparando botes de gas. Además, la policía practicó un número indeterminado de detenciones.
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