Córdoba

A Aznar sí que le replica

Rajoy evita aludir a Bárcenas en un acto de la FAES mientras afea a su exjefe que le critique El expresiden­te no hurgó en las discrepanc­ias pero defendió sus propuestas

- RAFA JULVE cordoba1@elperiodic­o.es MADRID

Mariano Rajoy se mantuvo ayer firme en su táctica de dejar que los problemas se pudran por sí solos y evitó cualquier alusión a las últimas declaracio­nes publicadas de Luis Bárcenas. Aun a riesgo de que la porquería ventilada por el extesorero popular acumule cada vez más radiactivi­dad contra su partido, su Gobierno y su persona, el jefe del Ejecutivo central volvió a hacer mutis por el foro sobre el asunto y centró su intervenci­ón en la clausura del Campus de la FAES en Guadarrama en defender su gestión y darle unos cuantos palos al expresiden­te José María Aznar. A él sí que le replicó. Y en su propia casa. Se la tenía guardada. El actual presidente de la FAES, tan crítico en las últimas semanas con el Gabinete del PP, fue el encargado de dar paso a quien fuera su delfín. Antes, charlaron en privado poco más de cinco minutos. Se les oyó hablar de las vacaciones, y también se vio que el feeling entre ellos dista mucho del de antaño. Se notó incluso en la parca intervenci­ón de Aznar. Este rehuyó hurgar en las discrepanc­ias y solo hizo una breve referencia a la propuesta de reforma fiscal que le reclama al Gobierno. Pidió que sus “pro-

“No podemos decir que España va bien pero sí que va mejor”, manifestó ayer el presidente del Gobierno

puestas fundadas” sean “aprovechad­as” para acelerar la recuperaci­ón económica. Y poco más. Pero su semblante serio y la ausencia de elogios a su sucesor –tan abundantes en el mismo acto del 2012– evidenciar­on que su relación no está para tirar cohetes. Por cierto, tampoco dedicó una sola mención a Bárcenas. Rajoy cogió el guante y dijo que tiene la propuesta de reforma fiscal de la FAES sobre la mesa y que “los expertos que ya trabajan la atenderán”. Fueron casi sus únicas palabras conciliado­ras. Nada que ver con el abanico de reproches. “Quedan dos años y medio de legislatur­a y los balances se hacen cuando hay que hacerlos. No hay que hacerlos al principio porque no es justo ni conducen a nada”, asestó el presidente para afearle a su exjefe las críticas. “Hace un año dije aquí que estaríamos mejor y así es. No podemos decir que España va bien, pero sí que España va mejor y el rumbo marcado es el correcto”, insistió con retranca.

El líder popular se jactó también de que hace 12 meses la prima de riesgo superaba los 600 puntos y que solo se hablaba de la posibilida­d de pedir un rescate. No quiso recordar el que tuvo que pedir para la banca. Se dedicó a defender que “nadie” podrá decirle que no hace reformas, medidas que enumeró tras justificar que si no ha cumplido con su programa (otro recado para Aznar) es porque la situación no se lo ha permitido. De la reforma fiscal poca cosa avanzó, solo que hay que simplifica­r el sistema y que a inicios del año que viene se verá algo. De la reforma de las pensiones dijo que es imprescind­ible, mientras que de la reforma laboral anunció que se está elaborando un informe para decidir si se modifica, como le pide la UE. “Estamos en la cuenta atrás de la recuperaci­ón”, vaticinó. Solo le faltó darle un codazito a Aznar, sentado a su lado.

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EFE / JUAN CARLOS HIDALGO Rajoy y Aznar, ayer, en Guadarrama.

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