DE VUELTA CON MENOS (O SIN) CARNE
Tanto si queremos perder esos kilos ganados en vacaciones como si simplemente buscamos alimentarnos de forma saludable, reducir o eliminar el consumo de carne es una estrategia que nos beneficia.
Qué significa para tu salud. Un menor consumo de carne, y en particular, de carne roja, se ha relacionado con un menor riesgo de desarrollar cáncer, enfermedades cardiovasculares y, en general, de todas las conocidas como enfermedades crónicas no transmisibles.
Si bien un cambio de estilo de vida puede resultar difícil al inicio, los siguientes consejos te ayudarán:
1. Cuenta los días que sueles consumir carne y redúcelos progresivamente. El hecho de hacer cambios bruscos puede generar ansiedad, por lo que lo más adecuado es ir poco a poco.
2. No te olvides de la proteína, los días que omitas la carne, sustituye esta parte del plato por otra fuente rica en este nutriente: legumbres y derivados, huevos, pescado…
3. Fija uno o dos días a la semana para comer de forma vegetariana y establécelo como rutina semanal.
4. Aumenta la frecuencia con la que consumes legumbres y varía la forma en la que las preparas: potajes, salteados, ensaladas, hamburguesas caseras… Si te dan gases puedes sacarles la piel, optar por la lenteja roja o cocinarlas con especias carminativas como el comino.
5. Prueba nuevos alimentos: incorpora proteína vegetal usando derivados de la soja como el tofu, el tempeh o la soja texturizada. Una buena idea es adaptar tus recetas sustituyendo la carne por una de estas alternativas.
Nutricionista dietista especializada
en nutrición vegetariana