Escoliosis y ciclismo
La escoliosis es una adaptación morfológica de la columna vertebral que genera curvas fuera de las anatómicamente descritas. Las que son lateralizadas resultan bastante visibles, toda vez que se aprecia que un hombro está mas alto que otro o que las estructuras bilaterales de la espalda no están simétricas. La escoliosis es muy común, probablemente por nuestra falta de higiene postural y correcta actividad muscular inconsciente. Vamos a saber más de ella y a analizar su relación con nuestro deporte.
Pueden existir diferentes orígenes de este problema, desde desarrollos motores incorrectos hasta adaptaciones musculares y esqueléticas inapropiadas, fruto de posturas inadecuadas. En el fondo del asunto se encuentran estructuras musculares que no reciben las órdenes correctas del cerebro y generan posiciones y movimientos que no son apropiados. En el caso que describimos en las imágenes presentamos una espalda que tiene su extensor izquierdo más elevado, contraído y agrandado que el derecho. Ello implica que esta columna muscular trabaja más que su hermana diestra. Este origen de asimetría implica que, por ejemplo, el lumbar izquierdo se sobrecargue más que el derecho, dado que tiene que sujetar mayor masa de la prevista, por inactividad o baja actividad de la masa muscular simétrica. Cuando los dos isquiones no se encuentran asentados de forma simétrica en la bicicleta es habitual ver la espalda torcida, pero cuando la espalda es escoliótica con anterioridad a la posición en la bici, se hace mucho más evidente. De hecho, durante un tiempo se llegó a pensar que la bicicleta podía ser mala para los escolióticos, que sin duda empeoraban su sintomatología montando en bici torcidos.
ADIESTRAMIENTO
Afortunadamente, el conocimiento se ha desarrollado hasta afirmar que no sólo la bicicleta puede ser buena para la escoliosis, sino que es un ejercicio equilibrador de la misma. ¿Siempre? No. Si la pelvis no se apoya correctamente y el sujeto no controla su posición, siendo instruido de forma adecuada para ello, el escoliótico tiende a ir torcido en un sentido que generalmente aumenta la diferencia entre los grupos que debería equilibrar, por sobre uso de uno de ellos. Sin embargo, cuando se adiestra al sujeto con escoliosis en la posición correcta, derivado de un ajuste adecuado, puede practicar ciclismo como terapia. Escuchamos habitualmente que hay quien está mejor de la espalda en plena temporada que cuando cuelga la bicicleta. Es muy lógico si atendemos a lo aquí expuesto. Pero para desgracia de otros, cuando la posición es desgobernada o se cede la responsabilidad de la posición a la mera métrica de la bicicleta, incidimos negativamente en este fenómeno, con las consecuencias habituales desplazadas: dolor lumbar y trapecio lateralizado.