RETROCESO SIMILAR AL DEL CURSO 2018
La categoría de modelos deportivos volvió a dar un paso atrás en 2019, con una caída en las ventas cercana al 4%, lo que significó un descenso, aunque por muy poco, por debajo de las 3.500 unidades. En el trono de esta categoría se sentó BMW, después de una excelente trayectoria que le llevó a superar las 600 unidades. No muy lejos de esa barrera quedó la cifra de Mazda que, sin experimentar un crecimiento tan sustancioso como el de la marca alemana, sí que culminó un año más que aceptable. La tercera plaza estuvo realmente disputada en una dura pugna entre Fiat y Ford, que se decantó en favor de la enseña italiana con un margen de 25 unidades, con la diferencia que ésta protagonizó un importante crecimiento frente a la bajada de la firma del óvalo. A cierta distancia, Porsche igualó la cifra redonda de ventas que había cosechado en el año anterior para mantener las 400 matriculaciones en este segmento. A partir de aquí, las cifras resultan ser de menor consideración, si bien resulta obligado reseñar las buenas trayectorias de Audi y Mercedes en la categoría. En cuanto a las matriculaciones equipadas con motorización diésel, el curso 2019 se caracterizó por una impactante caída en las ventas del más del 60%, de la que no se libró ninguna de las marcas que concurrieron en esta clasificación, comandada por BMW con 260 unidades y un retroceso muy por debajo de la media. Este segmento se sigue caracterizando por un predominio muy elevado de los modelos motorizados con gasolina, nueve de cada diez.
En el trono de esta categoría se sentó BMW, después de una excelente trayectoria que le llevó a superar las 600 unidades