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Al rincón de pensar

Los Lakers, eliminados por los Nuggets y ante un futuro que se presenta complejo

- JUANMA RUBIO /

Incertidum­bre LeBron James, que segurament­e saldrá al mercado, dejó en el aire su futuro

La temporada 2023-24 de Los Angeles Lakers acabó igual que la anterior: de un 4-0 a un 4-1 contra Denver Nuggets, el equipo que estaba, hace un año, a unas semanas de ganar su primer título. Entonces en la final de Conferenci­a y ahora en primera ronda, pero en ambos casos con la sensación de estar cerca… pero también lo suficiente­mente lejos. El año pasado, los Nuggets ganaron los cuatro partidos por una diferencia total de 24 puntos. Ahora ha sido un +11 en cinco para Nikola Jokic, Jamal Murray y compañía. Los Lakers, además, han mandado durante más de 165 de los 240 minutos (casi un 70%) que ha durado la eliminator­ia.

Murray, que ya había sentenciad­o el segundo partido sobre la bocina, decidió con otra gran canasta en los últimos instantes un quinto partido (108-106) que fue una tremenda batalla de playoffs. El base canadiense rompió, definitiva­mente, el corazón de los Lakers y envía a los Nuggets a una semifinal del Oeste de altos vuelos contra los peligrosos Timberwolv­es.

Los Lakers se van de vacaciones sin sensación de haber avanzado y sin haber exprimido una gran temporada de Anthony Davis y un LeBron James que con 39 años y 122 días cerró su curso 21 en la NBA con otra demostraci­ón prodigiosa: más de 44 minutos en pista, 30 puntos, 9 rebotes, 11 asistencia­s y 4 robos.

Las dudas empiezan con Darvin Ham, un entrenador en la cuerda floja después de dos años en el cargo. The Athletic aseguró, nada más acabar el definitivo quinto partido, que Ham había perdido el control del vestuario y que los jugadores lo respetaban como hombre de baloncesto (campeón con los Pistons de 2004) pero cada vez menos como estratega, y que sentían que estaban menos preparados tácticamen­te que los Nuggets en esos finales de partido que han decantado, por segundo año consecutiv­o, la eliminator­ia.

D’Angelo Russell, el base titular, saldrá al mercado. Los Lakers, con las cuentas salariales apretadas, tienen poco margen para buscar un sustituto y se habla de un posible traspaso por Trae Young, una estrella venida a menos. Pero el gran asunto, claro, es LeBron. Aunque no parece probable, este podría haber sido su último partido con los Lakers. Tiene una

player option de 51,4 millones de dólares para la próxima temporada que segurament­e dejará correr para buscar un contrato más largo.

“No voy a contestar ahora a eso”, dijo cuando le preguntaro­n por su futuro. Lo que se sabe es que quiere seguir jugando, en principio dos años más y con otro gran contrato pero también con opciones de pelear por un quinto anillo. Todo apunta que su prioridad es seguir en L.A., y los Lakers van a hacer todo lo posible para que así sea. Se habla de que le podrían ofrecer una extensión máxima de tres temporadas y 164 millones (¡hasta los 42 años!) y de que están dispuestos a draftear a Bronny para que LeBron cumpla el sueño de jugar con su hijo antes de retirarse.

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LeBron James, cabizbajo durante un momento del quinto partido.

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