El Castilla recuperó el pulso y pasó por encima del Albacete
Enzo Zidane lideró el convincente triunfo del filial ante el líder
El Castilla es imprevisible. No hay otra explicación para ilustrar cómo el filial mudó su perfil mustio (cinco jornadas sin ganar) justo cuando le sobrevino un intratable Albacete. No sólo lo descabalgó del pedestal siendo el primer equipo esta campaña en hacerle tres goles, es que hizo lonchas a esta especie de Queso Mecánico moderno, que antes de aparecer por Valdebebas le sacaba 12 puntos a los chavales blancos...
Solari lo consiguió con una pequeña revolución en la que dejó fuera del once a Sergio Díaz y Nikos. Se la jugó con el teórico tercer delantero, Campuzano, y el exespanyolista fue el primero en penetrar la portería albaceteña. Entre Odegaard y Enzo Zidane le cocinaron la jugada y el punta, previo caño a Gaffoor, la colocó con la zurda lejos de Tomeu Nadal. Los de Aira habían empezado acorralando al Castilla pero ese gol los deshinchó. El Alba ya no volvió a parecerse a lo que se esperaba de él.
El hijo mayor de Zizou fue la pieza blanca que más descolocó al conjunto manchego. Y más cuando se aprovechó de un fallo de Tomeu Nadal, refugiado detrás de su deslavazada barrera. Enzo le puso el balón por el palo que tenía que defender y para colmo se tragó el bote... Valverde, muy vivo, amplió la renta con el 3-0 en el 48’.
El líder empezó a ejercer como tal, aunque fuera en apariencia, tarde. Héctor Hernández consiguió acortar distancias (3-1, 69’) y todavía Gaffoor se encontró un rebote goloso pero lo mandó al travesaño. Quedaban seis minutos y de haber sido gol hubiera aportado la emoción de la que el Albacete adoleció toda la tarde. El líder se puso la capa de equipo mustio del Castilla. El Castilla sería líder si jugase siempre sin ella.