Un derbi de los de antes
El Barça debe recortar al líder ante un férreo Espanyol
Iniesta ilustra mejor que nadie la esencia del derbi de esta noche. Icono azulgrana, cualquier perico deseará que pierda, pero le guarda un respeto máximo por motivos obvios. Volverá a jugar de titular en el Camp Nou en partido de Liga por primera vez desde su lesión. Y, como declaró esta semana, sus enfrentamientos y rivalidad desde bien niño propician que medirse al Espanyol le resulte incluso más especial que jugar un Clásico.
Esa esencia de un derbi como los de antes, sin crispación pero con toda la rivalidad del mundo, se recupera gracias al irregular bagaje del Barça en el último mes (con una victoria y tres empates) y la inmaculada racha del Espanyol, que ya suma nueve jornadas sin perder, lo que iguala virtualmente las fuerzas, que no los presupuestos ni las plantillas.
Con su alineación de gala dispuesta, Luis Enrique deberá superar varios muros. El primordial es el psicológico, pues con el Real Madrid disputando hoy la final del Mundial de Clubes, puede el Barça cerrar 2016 a sólo tres puntos del líder de la Liga. El otro muro es literal: tras un inicio titubeante en defensa, el Espanyol ha tejido un consistente entramado defensivo, repleto de ayudas, lo que le ha valido para recibir sólo un gol en las últimas seis jornadas y para que Diego López sea ya el portero más minutos imbatido en la historia perica: 586 minutos.
Al Barcelona no le van a faltar estímulos, además de su rivalidad con el Espanyol y su pugna por la Liga. Luis Suárez querrá celebrar su renovación, firmada esta semana, Messi intentará desquitarse de su segundo puesto en el Balón de Oro, y tanto el tridente como Piqué se entregarán al máximo, ya que Luis Enrique les adelanta las vacaciones a esta noche.
La ambición que tampoco está en duda es la del equipo de Quique Sánchez Flores. Aun cuando llega torpedeado en su línea de flotación: sin Víctor Sánchez, Hernán ni Baptistao, lesionados. Más épica para un derbi como los de antes.
Invictos Los pericos llevan nueve jornadas sin perder y un gol recibido en 586’