“Es un protocolo estricto, pero tiene todo el sentido”
Hay dispensadores de gel hidroalcohólico cada pocos metros. La mascarilla, aquí sí, es absolutamente obligatoria. De hecho, hubo regañinas en Austria por una foto que reunía a Helmut Marko y Sebastian Vettel charlando sin ella, y es que contravenía también la norma que prohíbe contactos entre miembros de escuderías diferentes. En la F1 funcionan las subburbujas para que sólo sea necesario aislar a un número limitado de personas cuando aparezca un caso.
Todo está regido por el ‘Código de conducta’ de la FIA y hay un ‘Delegado COVID-19’. Se realizan alrededor de 5.000 test semanales y sólo ha habido tres positivos.
Desde otra perspectiva lo vive Carlos Sainz, quien subraya el buen hacer de todos los implicados: “No he visto a nadie quitarse la mascarilla fuera de un recinto en el que lo puedas hacer, como mi habitación personal o el hotel. Pero con los ingenieros, o en el comedor, todos guardamos los metros de distancia y nadie se quita la mascarilla. Es muy estricto, pero para mí es lo correcto y tiene todo el sentido”. El madrileño reconoce a AS que se llevó “un susto” el pasado sábado cuando se anunció la cuarentena obligatoria a los viajeros de
España: “Se queda en eso, porque la exención que tenemos con la F1 nos permite movernos entre el circuito y el hotel. Tampoco pretendía moverme mucho más”. Algunos pilotos disponen de caravanas dentro del mismo circuito y no lo abandonan en todo el gran premio. Uno de ellos es precisamente Pérez, quien debe superar el COVID-19 sin salir de Silverstone.
Mejor acostumbrarse. Esta es la realidad ahora en la F1 y queda tiempo para que el paddock vuelva a convertirse en un evento social. El GP es frío, y no es sólo por el aire acondicionado de la sala de prensa, que también. De 350.000 aficionados se ha pasado al silencio.
La Gran Burbuja permanecerá otra semana en Silverstone con el GP del 70º Aniversario y viajará después a Barcelona, para celebrar el GP de España. Se repetirá el dispositivo en Spa-Francorchamps, Monza, Mugello, Nurburgring, Portimao, Ímola… Mientras tanto, Sochi vende entradas y espera convertirse en la primera carrera con las gradas parcialmente ocupadas. Depende de la evolución de la pandemia. Si no hay progresos, este modelo funciona. No es la F1 soñada, pero la otra opción era no correr.
Sainz