El Granada recupera la sonrisa a costa del Alavés
Carlos Fernández, Soldado y Yangel marcaron los goles
El Granada recuperó la sonrisa a costa de un Alavés que dio la cara en la primera parte, pero que bajó los brazos con los goles nazaríes en una segunda parte con un solo color, el rojiblanco.
La intensidad y las interrupciones fueron la nota predominante en una primera parte con pocas ocasiones. La primera fue nazarí, la segunda y más peligrosa para un Lucas que ganó a Duarte pero se encontró con la mano de Rui Silva en el uno contra uno.
Las imprecisiones y los continuos parones no dejaban a ninguno de los dos equipos tener continuidad y era el balón parado lo que más peligro generaba en ambas áreas. Pasada la media hora, Pina se lesionó en la rodilla en un lance con Carlos. El medio salió en camilla y en la siguiente jugada fue Quini a quien se le fue la rodilla. Doble sustitución, una por equipo y ambas por lesión.
Sin juego, el Alavés gozó de buenas ocasiones en el tramo final de la primera parte, pero ni Joselu, ni Lucas, que volvió a ganar a Duarte, ni el fallo de Rui en un córner que salvó Soldado, acabaron en la portería y se llegó sin goles al descanso.
Tras la reanudación, el Granada salió con una marcha más, buscando las cosquillas al Alavés por las bandas. Y así, Víctor Díaz puso un centro medido para que Carlos Fernández, en el área pequeña, abriera el marcador de un certero testarazo.
El Granada tenía su botín y bajó de revoluciones el partido. Las imprecisiones y las continuas interrupciones siguieron siendo los protagonistas. Sin embargo, al conjunto nazarí se le veía más entero y, diez minutos después, Manu tocó el balón con la mano en un córner y Gil Manzano decretó penalti. Soldado no falló desde los once metros para poner la tranquilidad y reencontrarse con el gol. El Alavés estaba muerto y el Granada volvía a sonreir, más cuando Yangel hizo el tercero en gran jugada personal.