A imponer el efecto Zorrilla
El partido del sábado ante Osasuna marcó el camino. Estadio lleno, recibimiento ejemplar, público enchufado y jugadores, lo más importante, lanzados buscando el objetivo final. Pucela ha respondido y Sergio lidera un grupo de profesionales que llegan a la cita en un estado óptimo de forma. Lejos de favoritismos, tengo claro que el Valladolid llega a este playoff sin ser inferior a nadie. Sergio tiene la suerte de haber jugado con los tres rivales de esta promoción en las ocho jornadas en las que ha estado, por lo que sorprenderle no le van a sorprender. El catalán ha tenido un calendario terrible, los otros tres de la promoción más Osasuna, Cádiz y Oviedo en sus ocho encuentros, y ha sido con 16 puntos el mejor junto a Zaragoza, Huesca y Córdoba… sencillamente impresionante. Por tanto, la moral a tope y las expectativas de ascenso intactas.
Me preocupa la ausencia de Míchel . No por quien lo sustituya y sí por el gran momento del centrocampista al que Sergio ha recuperado para liderar lo que ha sido una enorme transformación futbolística. En cualquier caso estamos ante unas eliminatorias nerviosas y que pueden decantarse por un asunto menor. Es verdad que a 180 minutos lo normal es que el mejor se imponga, pero la igualdad esperada puede desencadenar un brusco e inesperado final. Serán partidos para mantener la cabeza fría y jugarlos con el corazón caliente y para afrontarlos desde la deportividad, sabiendo que cada equipo tiene un 25 por ciento de posibilidades y que sólo uno de los cuatro logrará el objetivo.