El Valladolid sólo pudo batir a Juan Carlos de penalti
El Lugo se adelantó 0-2, pero los locales empataron
El Real Valladolid y el Lugo demostraron que quieren permanecer arriba. El equipo lucense, fiel a su estilo de esta temporada, ofreció un ejercicio de efectividad, le dio su propia medicina al equipo blanquivioleta, en la primera parte, mientras que en la segunda, los pucelanos, a base de coraje, empataron en sendos penaltis.
El Lugo tuvo una efectividad extraordinaria. Con una ocasión y media hizo dos goles. Y eso que empezó mandando, asustando a los locales y buscando la portería de Masip. En su primera llegada, Herrera remachó en el área pequeña un balón centrado desde la derecha que no fueron capaces de despejar ni los centrales, ni el portero. El Valladolid no se arredró. Toni, el canterano, demostró una calidad tremenda creando las jugadas más peligrosas. Primero se fue de su par y la pegó fuerte, pero Juan Carlos metió la mano muy bien. Tampoco Óscar Plano consiguió batir al meta lucense en dos jugadas rápidas a pases de Mata y del propio Toni. El Valladolid dominaba completamente y sólo Juan Carlos impedía el empate. En una jugada aislada, los lucenses salieron de la cueva y encontraron premio. Campadabal entró en el área e Ibán Salvador le cargó. Polaco convirtió el penalti. Volvió el Valladolid a la carga, en una gran primera parte pese al resultado. Lo volvieron a intentar Toni y Mata, pero el balón no quería entrar.
El Valladolid tiró de heroica en la segunda parte. Se olvidó un poco del fútbol de salón y aumentó el ritmo sin demasiadas ideas. Eso hizo que el Lugo tuviera otra ocasión en las botas de Polaco, pero Masip despejó bien. Ahí comenzó el monólogo del Valladolid. Con Toni, Míchel, Plano e Ibán Salvador buscando a Mata, los lucenses no salían del área. De una de esas jugadas apareció el primer penalti a favor del Valladolid. Ángel entró bien por la izquierda y Campadabal le derribó. Míchel convirtió. Reducir la distancia le vino bien a la revolución pucelana que pidió dos penaltis claros sobre Óscar Plano. Bernardo fue expulsado, castigo excesivo, cuando placó a Mata y los pucelanos dieron un paso más que fructificaría cuando Mata convirtió el penalti sobre Olivas.