Un Barça con dos caras
Tras una mala primera parte, los azulgranas sacaron a relucir su mejor versión para derrotar al Baskonia
Las dos partes del Barça-Baskonia de ayer parecieron dos partidos distintos. El Barça fue durante los primeros 20 minutos un equipo desorientado, que acumuló pérdidas y que no supo frenar a su rival. Tras el descanso encadenó un parcial de 12-0 primero y de 19-0 después, haciéndolo prácticamente todo bien. La mejoría defensiva fue absolutamente clave. Abrines también. El Baskonia, en cambio, jugó una más que digna primera parte, manejando especialmente bien los ataques. Pero se les apagaron las luces tras el descanso. O se las apagó el Barça.
Los azulgranas se vieron superados de salida (2-7) en gran medida por la incapacidad de Sanli de frenar a Enoch. El turco, sin embargo, fue también protagonista en ataque. Lapro le buscó siempre tras penetrar y es que, para bien y para mal, el argentino es hoy quien lleva el peso ofensivo del equipo. Con la entrada de Vesely le dieron la vuelta (15-13). El control del rebote, clave.
Durante el segundo cuarto el Barça mejoró en ataque, mucho más fluido, con buenos minutos de Da Silva. Pero Thompson y Giedraitis, sin embargo, se resistieron a ceder la iniciativa en el electrónico ahondando en las dudas de los azulgranas. Las diez pérdidas en 17 minutos estiraron el marcador para desesperación de Jasikevicius. El Baskonia estaba siendo mejor (39-51).
Momento Abrines.
En menos de tres minutos remontó el Barça, con 9 puntos de Abrines y 3 de Vesely (51-51). El acierto del español fue clave, pero también el cambio de dinámica en el encuentro. El Baskonia solo pudo tirar de tres, ya no conectar por dentro, mientras que los azulgranas fueron mucho más dinámicos. Las facilidades defensivas visitantes hicieron el resto. Pero el gran cambio lo dio el Barça en el tono defensivo. Solo siete puntos en contra en el tercer cuarto, cuando en los dos primeros recibió 51 (65-58).
El Barça siguió controlando el partido con mano de hierro ya en el último cuarto (73-58) con Peñarroya expulsado por dos técnicas. Llegó la ventaja hasta los 20, con un dominio absoluto del rebote por parte de los azulgranas. Maquilló finalmente el Baskonia el marcador, pero sin tener nunca opciones de ganar el partido.