Éxtasis en el Villamarín
El Betis remonta un 0-2 para estrenarse con un sufrido triunfo en Europa Juanmi y Borja ponen la pegada
El Betis celebró su regreso a Europa con una sufrida remontada ante el Celtic que motivó la alegría de un Benito Villamarín volcado con la ocasión. El caos defensivo de la primera media hora dio paso a una exhibición ofensiva liderada por el carácter de Miranda y Joaquín y el acierto goleador de Borja Iglesias y Juanmi.
El Betis entró dormido al choque y en Europa eso se paga. Antes del primer cuarto de hora el insistente Jota firmó una brillante carrera por el flanco derecho para liderar una contra que terminó con el remate de Ajeti a la red de
Bravo. El árbitro anuló el tanto por una mano que el VAR dictaminó que no existió.
El gol escocés no despertó al cuadro de Pellegrini. La zaga verdiblanca volvió a desajustarse para que Turnbull y Rogic siguieran encontrando infinidad de líneas de pase. Edgar y Víctor Ruiz se miraban al tiempo que Ajeti volvía a colarse entre espacios para provocar el penalti de Claudio Bravo. No erró Juranovic para el 0-2.
Bravo salvó entonces el posible 0-3 de Jota y la película dio un giro inesperado. Miranda tiró de carácter y tras toparse con el poste insistió en otra acción para colarse en el área del Celtic y definir con precisión ante Hart. Despertó a su público y el Celtic titubeó. Joaquín, inagotable a sus 40 años, inventó un pase mágico a Borja Iglesias para que éste regalara el 2-2 a Juanmi. Enloqueció Heliópolis, que volvía a creer.
El primer tiempo desnudó las carencias del Betis y
Pellegrini quiso corregir su plan. Pidió más presión y pronto la reacción quedó reflejada sobre el césped cuando Miranda conectó con Canales por el flanco zurdo y el cántabro sirvió un balón perfecto que Borja Iglesias aprovechó con delicadeza para batir a Hart. La remontada parecía real en el Villamarín. Joaquín se marchó ovacionado y el Celtic vio minimizadas sus fuerzas tras su brillante inicio.
Locura
El caos defensivo verdiblanco en el inicio da alas a un Celtic de altibajos
Cierre. Pero el cuadro de Postecoglou no se rindió. La madera impidió el tanto de Roglic y Ralston puso de cabeza el 4-3 a poco del final. Tembló el Betis, pero sonrió Pellegrini.