Su relación con la Juve, historia de un adiós cantado
En marzo decidió irse del club
Cristiano estuvo planeando el desenlace de ayer desde hace mucho. Concretamente, desde marzo. La eliminación en los octavos de Champions con el Oporto fue la gota que colmó su vaso. Después de las decepciones ante Ajax (cuartos) y Lyon (otra vez octavos), el portugués se dio cuenta de que seguir en Turín le habría negado luchar por lo que más deseaba: más Copas de Europa y Balones de Oro.
A partir de allí, Jorge Mendes se puso manos a la obra. Hubo dos intentos con el Madrid, la prioridad absoluta del madridista, contactos con el PSG y la negociación fallida con el City, hasta que, gracias a una llamada de Alex Ferguson, apareció el United para el final feliz. El exmadridista había llegado a la Juve como el “fichaje del siglo” para romper el histórico gafe del equipo con la Champions tras dos finales perdidas en los anteriores cuatro años.
La Vecchia Signora, no obstante, empeoró. No solo su rendimiento europeo fue absolutamente decepcionante, sino también sus títulos en Italia comenzaron a disminuir. Después de cuatro dobletes Scudetto-Coppa seguidos, con Cristiano la Juve ganó “solo” dos ligas, dos Supercopas y una Copa. Un rendimiento positivo para cualquier equipo, pero normalidad para un club que ya dominaba en su país y que, además, en el curso pasado interrumpió su hegemonía tras nueve años celebrando scudetti, logrando clasificarse a la Champions solo en la última jornada.
No fue culpa de Cristiano, que hizo lo suyo rompiendo récords y marcando 101 goles en 134 partidos. Haber cambiado cuatro entrenadores en cuatro cursos (Allegri, Sarri, Pirlo y otra vez Allegri), sin embargo, demuestra que algo no ha funcionado en la planificación deportiva de los bianconeri. La última imagen de CR7 como juventino, entonces, será la del golazo anulado en el último minuto contra el Udinese. Un resumen perfecto de lo que pudo ser y no ha sido.
Balance El portugués ha marcado 101 goles en 134 partidos de ‘bianconero’