‘Casemito’
Ramos, de paisano, ofreció la Supercopa a la afición. Después, el Sevilla hizo pasillo a los campeones. Pero a partir de ahí el partido fue espeso hasta que irrumpió Casemiro...
Samba pa’ti. Se llama Carlos Henrique Casemiro. Nació en Sao Paulo hace casi 28 años (los cumplirá el próximo 23 de febrero). Llegó al Madrid hace siete años con la etiqueta de meritorio y con un precio de ganga (5,5 millones de euros). Aunque en el Brasileirao ya acumulaba más de 100 partidos con la camiseta paulista, hizo un cursillo acelerado en el Castilla (seis meses) antes de ser carne de banquillo en el primer curso de Ancelotti, que acabó con la Décima en Lisboa. Tuvo que irse al Oporto de Lopetegui (sí, precisamente con Julen) y allí dejó actuaciones soberbias como mediocentro defensivo. En la planta noble del Bernabéu entendieron que había llegado la hora de recuperarle para la causa. Zidane tardó en entregarse a su poderío (físico y futbolístico), pero tras perder un derbi ante el Atleti en Chamartín (0-1) el francés le dio la titularidad. Y hasta hoy. Las tres Champions seguidas llegaron con él en el eje (incluso marcó en el 4-1 a la Juventus), pero ante el Sevilla ha firmado su gran partido. Ese por el que los aficionados te acaban recordando durante mucho tiempo. En vista del atasco que sufría el equipo por las bajas de peso (Ramos, Valverde, Hazard...), el tanque brasileño se fue a por la victoria con la furia del Pirri que me hizo blanco cuando yo era un crío. Su primer gol, tras un antológico taconazo de Jovic, fue un prodigio de calidad técnica. Como dijo Álvaro Benito en el Carrusel, su definición fue digna de Ronaldo Nazario. La picadita ante Vaclik fue para enmarcar. Y en el 2-1 se marcó un cabezazo imperial, a lo Zamorano, que dejó al portero sevillista con el molde. Normal que sus compañeros le llamen, entre bromas, Casemito. La afición adora al 14 por su honestidad, su regularidad, su entrega y... sus goles. Case, vales por tres.
El Carrusel
Munir De Jong.
Show Vinicius. Mi hijo me telefoneó al final del partido y me dijo con la ingenuidad de un crío: “¿Por qué no es titular Vinicius?”. Pues eso digo yo. En media hora en el campo el brasileño montó un quilombo espectacular, con un festival de regates, bicicletas y acciones determinantes que se convirtieron en una pesadilla para Koundé. Un poco de Vini es mucho.
Líderes. Así nos vamos a dormir en un sábado que mantiene la buena racha de la tropa de Zidane. El Granada ya ganó al Barça en Los Cármenes y mañana pondrá a prueba el debut de Quique Setién. Esto se está poniendo divertido.
Homenaje. Este meritorio triunfo va por Lola Osuna Pérez, de la Peña Continental de Granada, y por los madridistas de Almendricos, Úrcal, Goñar, Pulpí, La Alfoquía y Arboleas.
Y desde allá arriba lo habrá celebrado mi admirado José Luis Cuenca, de Riaza, que nos dejó este viernes. Era un señor y un madridista excepcional.