Real y Betis buscan aire antes de encarar el parón

Los donostiarras respetan mucho al renacido Joaquín

Un solo punto separa en la clasificación a Real y Betis. Es un punto simbólico, sin casi valor a estas alturas de temporada, o quizá sea ese punto de confianza de más con el que llegan a la cita los sevillanos. Porque el equipo txuriurdin, que parecía haber recobrado el rumbo con su triunfo en Anoeta contra Las Palmas, volvió a derrapar de forma estrepitosa en el derbi guipuzcoano de Ipurua, algo que ha vuelto a abrir el cajón de las dudas en el proyecto de Eusebio. Pero el Betis llega crecido, enganchado a un renacido Joaquín, el héroe contra el Málaga con su gol sobre la bocina.

Esas dinámicas contrapuestas se ven las caras esta noche en Anoeta, con un objetivo común: buscar un triunfo que les permita llegar con tranquilidad al parón liguero, una tranquilidad necesaria para que ambos conjuntos puedan trabajar las dos próximas semanas sin agobios y sin la presión de sus entornos, que andan con la mosca detrás de la oreja por unos arranques que esperaban fueran mejor.

Castro, a punto. Curiosamente, ambos entrenadores tienen en común el sistema de juego que plantean, el famoso 4-3-3, una idea que la consideran inamovible y que todavía no ha dado todos los frutos que pretenden. Ambos técnicos anuncian cambios, con la idea de tener más juego en el caso de los béticos, y con el objetivo de recuperar sus buenas sensaciones en los realistas. Eusebio volverá a dar galones al joven Oyarzabal. Y manda a la grada a Bergara, titular en el derbi, como señalándole responsable del poco fútbol de la última jornada. Y en el Betis, la renovación casi cerrada de su hombre-gol, Rubén Castro, seguro que le sirve de acicate.