El Leganés descabalga al Sevilla del sueño de la Liga
Sin gasolina, sólo Jovetic dio batalla a un gran Lega
EI motor del Sevilla se ha gripado. El testigo de la gasolina pita más fuerte que nunca. El lunes en Vitoria, y ayer en su casa, se ha doblado empiezan a no responder. Empató, y gracias, ante un Leganés fantástico que repitió su convincente actuación del Camp Nou. Fue más que su rival de principio a fin. Se adelantó con un bonito gol de Gabriel, perdonó el 0-2 y aguantó con firmeza la supuesta embestida del Sevilla.
Sampaoli alineó un equipo irreconocible sin Pareja, Escudero, Nzonzi, Vitolo y Nasri. A estas alturas, en el Sevilla sólo hay un futbolista con la mente fresca. Jovetic corre por tres, empuja a su equipo para arriba. Es un torrente de ambición. Al borde del descanso, agarró un balón y se tiró hacia cuatro defensas. Con la colaboración del Mudo Vázquez, otro futbolista en caída pero con magia en la pierna izquierda (dio una asistencia fabulosa y marcó un gol anulado por un fuera de juego al límite), el montenegrino empató y dejó el partido en el aire al descanso. Jovetic no sólo le dio el gol a Sampaoli. Le dio tiempo para pensar qué soluciones ofrecer.
Mediocre en la primera mitad, con Lenglet cometiendo un error de principiante en el 0-1, Carriço lejos de sus mejores días y Kranevitter sin creatividad, Sampaoli no mejoró al equipo en la segunda parte con Nzonzi y Vietto. Su fútbol tuvo poca armonía y el Leganés se creció y sobrevoló sobre los jugadores locales, asfixiados e inmóviles. Esta vez no le quedó ni para esos minutos mágicos finales que acostumbra. El 1-1 merece un aplauso para el Leganés, sano y en condiciones de evitar sufrimientos excesivos. Al Sevilla le deja inquieto. En tres días tiene un reto fabuloso en Leicester. Pero el fútbol cambia rápido. Ojo con sacar conclusiones absolutas.