“No puedo defender aquello en lo que no creo”
Pitarch se marcha atizando y el club le responde
EI Valencia agoniza deportiva e institucionalmente. Ni los resultados le acompañan ni hay un día de paz social por Mestalla. García Pitarch eligió el día de ayer para explicar las razones de su dimisión presentada el pasado sábado y el ex director deportivo cerró su puerta como un amante despechado, a gritos y con portazo. Pitarch atizó a Peter Lim, al consejero ejecutivo Anil Murthy y también al empleado Damià Vidagany. Solo Layhoon Chan y Jorge Mendes salieron bien parados en su despedida. Eso en cuanto a nombres propios, porque en su discurso criticó la esencia del modelo Lim: “No puedo defender aquello en lo que no creo”.
Pitarch argumentó que su decisión la llevaba barruntando “desde hace tiempo”. Desde el día en el que se comenzó a sentir un “paraguas”. “Mi error ha sido no haberme ido antes”, recalcó. ¿Y cuándo se empezó a dar cuenta de su rol? El 14 de agosto. “Ese fue el primer palpito. Me reuní con Layhoon Chan y le pregunté qué sensibilidad tenía Peter Lim para en lugar de estar el día anterior dando la insignia de oro a los abonados con más de 50 años de antigüedad o ese día con los peñistas, en lugar de eso, estuviera en Barcelona vendiendo a Paco Alcácer”.
García Pitarch dijo haberse quedado en el club pese a ello “porque uno tiene la ilusión de que las cosas pueden cambiar”. Acusó, además, a Anil Murthy de “mentir si dice que yo no he dado información de las operaciones” a Alesanco y a Vidagany de la polémica de la Curva Nord y de “ser una muralla entre Meriton, Layhoon y la sociedad valenciana”.
Respuesta. El Valencia emitió un comunicado en el que “rechaza” su “opinión” y “falsas acusaciones”. Apostilla el club que “ha sido el máximo responsable en todas las decisiones deportivas de la entidad en las que jamás manifestó la menor disconformidad” y califica de “enorme irresponsabilidad al señalar falsamente a un empleado de la decisión del Consejo” con la CurvaNord.