“Buscamos meter la carrera en los salones de las casas”
AS vivió el GP de España con las televisiones
Con un enorme despliegue de personal y de la última tecnología es como FOM
(Formula One Management), la corporación británica que controla las carreras de F1, concede los derechos de emisión a las televisiones y entrega a estas la señal de todo lo que ocurre sobre el asfalto, consiguió ofrecer a los espectadores la retransmisión del Gran Premio de España.
Más de 250 profesionales trabajan cada diez días desde un punto del planeta diferente. Montan las instalaciones cuando llegan al circuito y las desmontan al acabar para instalarse en el siguiente destino. Una logística de circo. Desde allí, a escasos metros de la pista, son controladas las cuarenta cámaras y los doscientos micrófonos que distribuyeron por los 4.655 metros del circuito de Montmeló. FOM lo hace por última vez, ya que, desde enero, la norteamericana Liberty Media es la nueva dueña de la Fórmula 1.
El Gran Circo lo componen también las televisiones con derechos. Movistar+ en España afronta la compleja retransmisión con un equipo de 26 personas (periodistas, productores y técnicos). Aterrizaron en Barcelona el pasado lunes. Hacer televisión durante más de 50 horas de emisión no es fácil. Cuatro cámaras se mueven de un lado a otro para hacer las conexiones en directo o para captar todo lo que FOM no les entrega.
“Ya no se trata sólo de emitir la carrera en sí, sino de intentar hacer una nueva Fórmula 1, de hacerlo más divertido y de acercar más los pilotos al espectador”, como señaló Noemí de Miguel. Coincide con Norman Howell, el director de comunicación de Liberty: “El objetivo es meter los coches en el salón de cada casa”. Además de declarar que buscarán “acercar la competición y los pilotos a los seguidores a través de las redes sociales y la tecnología”.