Alonso debutó 19º con todos en pista
El asturiano fue el mejor en el test de orientación de rookies y con la parrilla al completo terminó en la parte central por delante, por ejemplo, del segundo en 2016: el colombiano Carlos Muñoz
Sensación Verse adelantando debe ser como volver a ver el mar
Se quedó mirando la puerta, camiseta Kimoa, pantalones vaqueros, gafas de sol preparadas, con ganas de marcharse ya del circuito de Barcelona cuando Silvia Hoffer, la brillante jefa de prensa de McLaren, le hizo un gesto con la cabeza. Prensa. Fernando Alonso entendió sin más explicaciones, en la segunda planta del inmenso hospitality de su escudería esperaba el tetracampeón Alain Prost.
El Profesor también se ha metido a periodista, así de fácil es, y esperaba a Fernando para entrevistarlo, previo guión de un redactor de verdad. Así que de nuevo a su habitación, camiseta de McLaren y a atender al tetracampeón. Gesto de hastío. No le gustan los periodistas al asturiano ni aunque tengan cuatro títulos mundiales. Pero cumple. Como pocos. Después echó mano de su amigo Alberto, su novia Linda
y camino al aeropuerto. Junto a ellos Zak Brown y Eric Boullier, jefes máximos de McLaren. Rumbo a Indianápolis en avión privado. Directos. Al llegar autográfos en el aeropuerto, cara de sueño y al circuito de Indianápolis. Ya esperando para subirse al coche unas palabras con el colombiano Juan Pablo Montoya, doble ganador de la Indy 500. Unas risas por aquí y allá, una conversación lejana y después ya la concentración máxima. A los mandos del McLaren Honda Andretti
de Indy, Fernando ya comenzó su aventura real en las 500 Millas de Indianápolis.
Y lo hizo como esperaban los que creen en sus milagros, esos que contamos desde este diario como anunciadores de Fátima cada vez que suceden. Se puso primero y terminó las dos primeras horas de entrenamientos de orientación con todos los novatos y algunos pilotos experimentados en esa posición de privilegio. Líder. Es solo un ensayo sí, pero para Alonso verse adelantando coches en medio de la recta y en lo más alto de la tabla clasificatoria debió ser como volver a ver el mar.
El asturiano está en el primero de los diez días de trabajo en pista que tiene en el óvalo y en las primeras vueltas ya llegó a las 218 millas por hora de media (350 kilómetros por hora), que es como se mide la competitividad en Indianápolis, por velocidad en vez de tiempos como en la F1. Alonso, en cualquier caso, está siguiendo el programa de trabajo que desde el equipo de Andretti han diseñado para él. En esos momentos, también estaba Oriol Serviá, el otro piloto español, el de siempre, el clásico, en la segunda posición con 215 millas por hora.
Pero después llegó el turno de todos los pilotos y el asturiano bajó hasta la 19º plaza, curiosamente el mismo puesto
Líder Andretti fue el más rápido y Serviá acabó 11º
que hizo en su primer libre de un viernes en Fórmula 1 con aquel Minardi en Australia 2001. Completó 20 vueltas más con un mejor promedio de 223,025 millas por hora, es decir 358 km/h, lejos del líder, su compañero Marco Andretti con 226,338 (364,25 kilómetros por hora) que dio 46 vueltas al óvalo. Serviá acabó undécimo, con 223,547 (359,7 km/h). Alonso apenas rodó al final. Hoy más actividad en pista. Y mejor. Alonso aprende a volar en Indy…