Europa saldrá a remolque en el día final de la Ryder
Los americanos dieron un golpe de efecto en los fourballs de la tarde
Golpes mágicos, gritos de emoción de los europeos con aire retador ante el público americano, abrazos efusivos en las filas de EE UU... la temperatura humana en Hazeltine subió muchos grados tras la jornada de ayer. “Es que esto es la Ryder”, decía con sabiduría Sergio García, uno de los líderes del Viejo Continente en el campo. El de Borriol firmó unas tablas fabulosas en foursomes junto a Cabrera Bello en el partido ante Spieth y Reed, la pareja galáctica de Davis Love III que alineó en cuatro partidos de cuatro.
La tensión y vaivenes de ese encuentro es buen reflejo de lo que sucede en la cancha de Chaska (Minnesota). Las estrellas del PGA Tour salieron on fire con tres birdies consecutivos y siguieron su juego de lujo hasta ponerse cuatro arriba en el hoyo 11. Parecía hecho para los americanos. Pero en un ataque de orgullo, Sergio sacó su espíritu Ryder y Cabrera Bello su calidad de match-play y desde el 13 al 17 hicieron cuatro puntos. “Vimos una ventana y aprovechamos”, dijo Rafa. En el 18, Reed tuvo que salvar el empate.
Un partido movido como el marcador de la Ryder, con parciales de 4-0 para EE UU, de 3-1 y 2,5-1,5 para Europa (al cierre de esta edición el resultado era 8,5-6,5). Los americanos tomaron ventaja en fourballs y saldrán mandando.
La pareja española ha sido una de las grandes alegrías del Viejo Continente. Han sumado 1,5 puntos en la Ryder (ganaron el fourball a Holmes-Moore), aunque sólo se vieron dos veces. No conocieron la derrota juntos. Sin embargo, Darren Clarke decidió no alinear a Rafa en los fourballs finales. Sí jugó Sergio. Lo hizo con Kaymer con el que no encuentra tanta química. Cayeron ante Mickelson y Kuchar que dieron el primer tanto de la tarde a EE UU.
Acertó el capitán norirlandés en juntar a su paisano McIlroy al novato belga Thomas Pieters, invitado a la Ryder por Clarke. Fueron la mejor pareja de Europa con tres victorias de tres. Son veinteañeros, pegadores y viven en estado de gracia. Ayer tumbaron a Fowler-Mickelson y Dustin Johnson-Koepka. “Cuando le pega mal uno, otro lo resuelve. Es genial”, dicen.
Partidazo Sergio y Cabrera Bello igualaron con Reed y Spieth
EE UU. Por parte americana, las buenas noticias fueron el dúo de perfil bajo Koepka-Snedeker (dos victorias de dos), un inmenso Reed y la victoria ajustada de Moore y Holmes. Hoy, una vez más, todo se decidirá en los cruces individuales. Europa aspira a su cuarta Ryder seguida, algo inédito. EE UU, a romper su hegemonía. 70.000 espectadores, a veces indiscretos, apoyan. Sube la tensión.