La chistera del Chacho
El base da 8 asistencias y es clave para romper el atasco del Madrid Actuación muy completa de Deck
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Vaivenes no faltaron, momentos de ir arriba y otros de cierto desgaste y nula fluidez, pero el Madrid agarró el triunfo (72-56), que era de lo que se trataba tras encadenar dos derrotas en la Euroliga (Olympiacos y Barça). Un impulso para seguir trabajando porque tiene tarea por delante (19 pérdidas, por ejemplo, y muy concentradas en un mal tramo). Lo mejor esta vez fue la puesta en escena, que Sergio Rodríguez sacó su chistera (8 asistencias y fundamental para romper los momentos de atasco colectivo) y que Deck, hipercompetitivo, se desquitó de la mala actuación del miércoles ante Sloukas y compañía (12 puntos, 9 rebotes y 5 pases). En el Estrella Roja, malísimos porcentajes de tiro que ni siquiera compensó un Ben Bentil certero. A Luca Vildoza le vimos con ganas en su regreso a Europa.
El Madrid hizo un muy buen primer cuarto, que estiró hasta el 31-13, y un muy flojo segundo, en el que se embotelló en ataque y bajó su nivel atrás hasta encajar un parcial de 4-15 con Vildoza motivado.
Chus Mateo prefería mirar a su equipo y encontró dos caras opuestas en la primera parte. De salida eligió a Abalde de base (bien, matazo en penetración incluido) y a Cornelie de ala-pívot (igualmente bien en el inicio) como grandes novedades. A su lado, Musa, Deck y Tavares. Un cinco muy alto que demostró un buen nivel atrás y que evitaba que el rival arrancara con la fijación de atacar al par de Sergio Rodríguez. El Chacho entraría esta vez mediado el primer acto con su creatividad en el pase en niveles máximos. En cinco minutos, seis asistencias y +15 (25-10). Después de la primera rotación completa, el cuarteto Llull, Causeur, Hezonja y Yabusele se desconectó entre sí. Las pérdidas, caballo de batalla, pasaron de dos a 16 en 15 minutos y... 44-42.
Tocaba defender y crear con el balón. Y vimos lo uno, después de casi seis minutos a cero del equipo serbio, y lo otro, cuando el Chacho apareció con el desatascador: asistencia, 2+1, otro pase de canasta al final del tercer cuarto y triple tras recuperación ya entrado el último. Severo latigazo, 13-2, y se iba al banco. Aplauso de la afición a su sombrero de copa.
Quedaba partido y entre Bentil y Hassan Martin acongojaron a la grada: 59-54 a 3:30 de la bocina. La sombra del Olympiacos, más que alargada, estaba muy próxima. Lo resolvió Tavares con un casimate y un mate del todo más adicional en plena gran labor de Deck. Musa sumó y la primera doble jornada queda atrás, restan seis más.