“Hay que ir usando la ventaja si hace falta” Pedro Acosta
Pedro Acosta estrena sonrisa en Misano 2 gracias a que hace una semana le retiraron el aparato dental de la parte superior de la boca. Se siente extraño sin la mitad de los hierros, pero se va haciendo a la idea porque en unas semanas también le quitarán los de abajo y para entonces espera ya sonreír como campeón de Moto3. Sus 30 puntos de ventaja sobre Foggia le dan una primera opción en el Marco Simoncelli, pero sabe que, si no es aquí, será en Portimao 2 o Valencia.
—¿Va a ser campeón aquí?
—Tengo buenas sensaciones. Hicimos un entreno para probar unas cosas y creo que nos van a venir mucho mejor. Son cosas que ya llevaba a principio de año, sumadas a otros pequeños cambios.
—¿Tiene claras las matemáticas que le hacen campeón aquí?
—Sólo te leo a ti, sinceramente, así que si lo has puesto por algún lado lo habré leído. Primero y doce. ¿Puede ser?
—Efectivamente. Lo ha clavado. ¿Cree que Foggia puede acabar tan atrás realmente en este circuito?
—A ver, estamos viendo que en las últimas cinco carreras ha ido muy fuerte, pero por qué no puede pasar como a principio de año y que seamos nosotros los que vayamos aquí así de fuerte… (Sonríe).
—¿Llega a este GP con la mentalidad de costumbre o hay cierto nerviosismo interior por tener delante esa primera bola de título?
—La posibilidad está ahí, pero venimos ya con el trabajo más o menos hecho, porque sabemos los errores que cometimos hace dos carreras para no estar luchando por el podio en Misano 1, y creo que las pruebas que hicimos al venir aquí nos ayudarán bastante.
—Por cierto, ¿qué le dijeron al llegar a casa tras el sustazo de Austin?
—Que tenía un ángel en el culo. Alguien dijo que ese día yo me tenía que levantar, y gracias a Dios me levanté.
—Hablando de nuevo en clave de título, ¿qué le ha dicho su querido Pacote para afrontar esta carrera?
—Que la ventaja está para usarla.
—¿De qué manera?
—No hay que tirarla tontamente, pero la tenemos que ir usando si hace falta.
—¿Alguna promesa si se proclama campeón este domingo?
—Te prometo a ti una cena en Mazarrón.
—Pues iré encantado.
—Allí te espero.