Los Juegos emergen como otro rompecabezas en el calendario
■ El movimiento de los Juegos supondría un nuevo rompecabezas para ajustar el calendario del fútbol, que ya de por sí es complicado por el aplazamiento de la Eurocopa al verano de 2021. Según los escenarios que maneja el COI, el de posponer los Juegos a otoño o a otro año (2021 o 2022), el panorama sería muy distinto para el fútbol en función de la opción que se escoja.
En el caso de que se aplace a otoño el principal obstáculo serían los clubes, porque estarían en plena competición. El torneo no estaría dentro de las ventanas que la FIFA tiene para los partidos de selecciones, en las que los clubes sí que están obligados a ceder a sus jugadores. Ocurría lo mismo en verano, pero en ese caso los futbolistas se iban a perder la pretemporada y, en el peor de los escenarios para los equipos, uno o dos partidos.
En esta nueva situación, el problema sería mucho mayor para los equipos: no podrían contar con sus jugadores durante un mes (18 días de competición más la preparación previa) en una época en la que ya estarían en juego la Champions y las distintas ligas nacionales. El torneo perdería a muchos futbolistas, aunque España se vería ‘beneficiada’: los clubes de LaLiga, a diferencia de lo que ocurre en otros países, están obligados por ley a ceder a sus futbolistas a la Selección española en cualquier categoría y en cualquier fecha. De la Fuente sólo podría tener problemas para convocar a los que juegan en el extranjero, que son una minoría. Si los Juegos fueran en 2021 o 2022, el problema es que los futbolistas que han logrado el billete ya no serían Sub-23 (es para nacidos a partir de 1997). En ese sentido, en la Federación española esperan que si no son en 2020 sigan disputándolos los de 1997, aunque no sean Sub-23...