Scariolo “Nací y moriré como entrenador de cantera”
La confirmó que el seleccionador deja su puesto de coordinador de la cantera. explica sus razones a desde y hace balance de un 2019 mágico.
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FEB
Toronto
Deja el trabajo en la cantera de la FEB y usted quería explicarlo.
—Creo que lo correcto es que si me doy cuenta que no consigo hacer bien algo, lo deje. Además, el trabajo está muy sólidamente encarrilado.
—¿Le ha sabido mal? Parecía que la cantera se había convertido en la niña de sus ojos.
—La niña de mis ojos es una buena expresión. Era algo que me apasionaba, me divertía y que gratificaba a alguien que ha nacido con la cantera y que morirá en una cancha de entrenamiento con la cantera.
—¿Puede presentarle al gran público a las personas que quedan al frente?
—José Ignacio Hernández va a ser el coordinador. Creará un vínculo con los dos jefes de área. Alberto Lorenzo, desde la Sub-16 a la Sub-20, y David Soria, desde la academia hasta la Sub-15. Ignacio supervisará y mantendrá las relaciones con las territoriales y con el vértice de la FEB. En esa tarea, está ayudado por Dani Sainz, el alma en la sombra de la cantera de la FEB. Alberto Lorenzo y David Soria han crecido y están perfectamente capacitados para esta labor.
Scariolo
—Decía este verano que el baloncesto español tiene cada vez más déficit físico y de tiro. ¿Es el reto del futuro?
—Es una apuesta y un desafío. Tenemos jóvenes jugadores con una excelente capacidad para tomar decisiones en la cancha. Pero es clave el crecimiento físico de los chicos y dotarles, jueguen en el puesto que jueguen, de un tiro fiable.
—Su perfil se ha vuelto más didáctico que nunca, ¿se ve acabando en la cantera?
—No me he vuelto así. Estaba. Nací en una familia académica, didáctica y me empapé desde pequeñísimo de cómo se enseña. Mi formación no es una formación de competición, sino de cantera. Como decía, así nací y así moriré baloncestísticamente hablando.
—Se acaba 2019, un año maravilloso para usted. Cuando vaya a cenar en Navidad ¿cómo va a recordar todo lo que ha pasado?
—Pues le doy un anticipo. Me he pedido el trofeo Larry O’Brien (el que se entrega al campeón de la NBA) para Nochebuena. Cada uno de nosotros lo ha podido tener unos días y me lo he pedido para ese día porque está toda mi familia. Me ha parecido gracioso tenerlo con nosotros. Tendrá una silla en la mesa.
—¿Qué poso le dejó todo lo que pasó en China?
—Todavía lo estamos digiriendo. Aquí, en la NBA, todo el mundo me felicita en todos los sitios donde voy. Incluso gente que no conocía, me transmite la importancia de lo que ha sido este trofeo. Creo que el legado se quedará durante muchos años.
—¿Cómo se fue haciendo aquel equipo campeón?
—Como siempre. Ese equipo tiene una parte de planificación que duró un año. Unos decidieron jugar, otros no. Y los que vinieron entendieron su rol y creyeron en lo que estábamos haciendo sin buscarle los tres pies al gato.
—¿Se ha parado a hablar con Marc Gasol de esas tres semanas?
—Una cena siempre es buen momento. Siempre estamos riéndonos de anécdotas que salen, o conversamos sobre puntos tácticos porque incluso hemos llevado a Toronto alguna de las cosas que hicimos. Momentos para compartir baloncesto y vida común con Marc siempre hay, incluso a nivel familiar.
La ilusión por seguir de seccionador está, pero no lo es todo”
Tendré un conflicto interno, una parte de mí acabará descontenta”
—¿Da pereza retomar el asunto de las Ventanas?
—Lo de las Ventanas ya tengo pereza en comentarlo. No por el hecho en sí, sino porque comentarlo despectivamente es faltar al respeto a los que estamos poniendo sudor y esfuerzo en ello; y faltar el respeto a los jugadores que estarán. Y hacer un comentario positivo estaría fuera de lugar, por supuesto. Así que prefiero abstenerme.
—De su renovación se hablará mucho tiempo, pero la primera pregunta esencial es: ¿le hace ilusión continuar siendo seleccionador nacional?
—Hablar de ilusión es algo que va por descontado. La ilusión siempre es grande. Pero eso no agota todos los temas pendientes. Será una decisión de conflictos internos, de pensar cosas diferentes, de sacrificar algo por un lado o por otro. En fin, no va a ser una decisión fácil. Dejaré una parte de mí descontenta. Veremos cuándo será el momento.
—La última es una curiosidad. ¿Ha guardado como Steve Kerr su oro mundial y su anillo en una caja de seguridad?
—Como no podía ser de otra manera, he seguido al pie de la letra el consejo de Steve Kerr, que además me lo dio personalmente con una nota muy bonita que me envió. Y Popovich también fue realmente amable en felicitarme. A los sabios como ellos sólo hay que escucharlos y seguir su consejo. Así que sí, el anillo y la medalla están en la caja de seguridad.