Monchi se lo ‘robó’ a Gil Marín en 2011; y Zubizarreta, en 2014
De pronto, Ivan Rakitic ha vuelto a aparecer en escena. Sorprendente titular ante el Dortmund, el croata asentó al Barça. Rakitic se sobrepuso a una pérdida fatal de balón en la primera jugada del partido y fue creciendo con el paso de los minutos. Su calidad táctica pesó en el juego del Barcelona, que dominó el centro del campo a través de las recuperaciones de De Jong y la pausa del croata, jugador que entiende con la mirada a Messi, al que adivina qué velocidad prefiere en cada momento del partido. Rakitic habla el idioma Barça y al equipo le hacía falta reconocerse en el campo. Con Busquets, Rakitic y De Jong, el orden volvió al Barça.
El Atlético no es un rival cualquiera para Rakitic. De hecho, lo pretende hace casi una década. Frustrado primero en 2011 cuando Monchi se lo robó a última hora con una jugada maestra en un hotel de Villarreal y se lo llevó al Sevilla, donde fue un héroe, Gil Marín creyó tenerlo fichado finalmente en la primavera de 2014. Pero un rápido movimiento de Zubizarreta, que contó con el beneplácito del hermano y agente del jugador, y del mismo Ivan, que soñaba con el Barça, terminó con sus huesos en el Camp Nou. Cinco años y medio después de aquello, el Atlético se ha vuelto a interesar por su situación. Pero después de su encendida defensa de los códigos en el caso Griezmann, es difícil pensar que Gil Marín hable por detrás con un jugador.
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