El Deportivo cree en el milagro de la salvación
Gol olímpico de Susaeta que no sirvió ante Adrián y Lucas
EI Depor vuelve a la vida. Ordenado, con Adrián como monarca absoluto del área en la primera parte y Lucas haciendo diabluras, más una pizarra mágica de Seedorf, nadie se explicaba en Bilbao cómo este equipo puede andar tan deprimido y en la sala de espera hacia Segunda. El histórico exjugador le ganó de saque la partida a Ziganda: mantuvo a tres descolgados arriba y hundió a la defensa bilbaína.
El libreto del técnico holandés permaneció inamovible durante la parte más importante del compromiso: sacaban el balón en corto y cuando recibían un córner en contra dejaban a dos en vanguardia. Un tipo alegre que contagia. Un Depor metódico atacando y desplegándose.
Con el buen montaje de los blanquiazules y Adrián al gatillo, todos los demás pusieron de su parte. El coro deportivista tuvo fases de fútbol atronador, vertiginoso, preciso y precioso. San Mamés recordó su pesadilla habitual. Lucas era otro coloso y el 0-2 aún les hizo creer más en lo que hacían.
Y pudo ser mejor. Tras un balón largo desde la defensa, Lucas se encontró en la carrera con un Arrizabalaga que paró la pelota con la mano fuera del área. El árbitro no lo vio (le habría expulsado y no habría podido jugar en el Bernabéu) e Iñigo Martínez salvó un gol cantado.
Ziganda sacó tras el descanso a Aduriz y el Athletic mejoró. Metió un gol vía córner y le tacharon otro por empujón de Raúl a Albentosa, una jugada con cierto aire al famoso penalti a Lucas Vázquez en el Madrid-Juve, aunque con los papeles invertidos. El Depor hizo el 1-3 y Susaeta demostró que es experto en goles olímpicos: es el autor de los dos últimos tantos en LaLiga (hizo uno hace cuatro años y desde entonces hasta ayer, no se registraba ninguno). El Depor no ganaba dos partidos seguidos desde noviembre de 2015.