Piqué tranquiliza a Setién
El central se ejercita con normalidad con el resto de sus compañeros tras el susto de Nápoles
Gerard Piqué se ejercitó con normalidad en el entrenamiento que el Barcelona realizó el viernes por la mañana en la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí y Quique Setién respiró aliviado. El central catalán se tuvo que retirar del terreno de juego de San Paolo el martes tras sufrir una torcedura de tobillo en el último minuto del partido ante el Nápoles de Champions.
Desde que llegó el nuevo entrenador al Camp Nou, Umtiti ha cobrado más protagonismo pasando por delante de Lenglet, que era el más alineado por Valverde. No obstante, el estado de la rodilla de Umtiti desaconseja que juegue dos partidos en una semana, por lo que alinearle en el Bernabéu supone un cierto riesgo.
En la recámara, Setién siempre ha tenido al central uruguayo del filial Ronald
Araújo, que ha sido un habitual en las convocatorias, pero que no ha debutado con el entrenador cántabro. Debutó con Valverde y fue expulsado a los pocos minutos de ingresar en el campo. Sacarle en el Clásico era también un riesgo evidente.
Piqué es uno de los pilares del Barcelona en este tipo de partidos, en los que no acostumbra a fallar a pesar de la presión externa. Su participación el domingo era básica para Setién a pesar de que en
Nápoles no tuvo uno de sus mejores días.
La participación de Piqué es clave en el planteamiento de Setién por varios motivos. El primero es su capacidad defensiva en el juego por alto, una de las grandes amenazas del Real Madrid, que tiene en las llegadas de los extremos y las jugadas a pelota parada uno de sus puntos fuertes.
El otro motivo por el que Setién hubiera tenido un problema en el caso de no contar con el catalán es en la salida del balón. El técnico cántabro es un radical defensor de un estilo de juego que se basa en la construcción desde el propio campo y en eso Piqué resulta fundamental.
A estos dos aspectos se une la veteranía de ser uno de los jugadores, junto con Messi y Busquets, que más partidos ha jugado en el feudo madridista. A falta de saber quien será el compañero en el eje de la zaga, el resto de la defensa barcelonista está clara por la falta de efectivos.
Semedo actuará como lateral derecho para controlar supuestamente a Vinicius, mientras que Júnior Firpo será el lateral izquierdo. Ninguno de los dos tiene recambio porque tanto Sergi Roberto como Jordi Alba siguen de baja.
Para cualquier imprevisto, Setién se llevará a Madrid al joven del filial Akieme, que ya es un habitual en los entrenamientos con el primer equipo.
Vuelve el Barcelona a la época en la que, con Puyol lesionado, el equipo que entrenaba Guardiola dependía de Piqué. Tito Vilanova lo resumió con una frase clarividente: “Si se cae Piqué, se cae el invento”. Una década después la vida sigue igual. El central catalán sigue siendo el puntal de una defensa que se presentará en el Santiago Bernabéu con una zaga de circunstancias. Piqué es el único defensa indiscutible que jugará. Semedo se alterna con Sergi Roberto, Júnior no jugaría si Alba estuviera medio bien y Umtiti y Lenglet mantienen una competencia de baja intensidad. Pero la chanante planificación deportiva es la que es, no hay más cera que la que arde.
Es por eso que tras el partido del martes en Nápoles, las caras en el cuerpo técnico blaugrana eran de preocupación máxima. Piqué había pedido el cambio en el último minuto después de una mala caída en la que se torció el tobillo. Setién no respiró tranquilo hasta que los médicos comprobaron que el esguince era leve. Ir a Madrid sin el central era una generosa invitación al Real para que recuperara su acierto goleador. Pero más allá de su evidente valor deportivo, el central catalán aporta un plus de irreverencia en el estadio madridista. Si algo le gusta a Piqué es acaparar la atención y en Chamartín eso lo tiene garantizado. Ya lo dijo él mismo: “Esos pitos son música para mis oídos”.
Clave Con una defensa en cuadro, la baja del catalán era catastrófica