El Madrid vuela en el OAKA
Los blancos encadenan once victorias, a solo una del récord del Fenerbahçe ● Tavares y Randolph, demoledores
Ejercer de líder en el OAKA, ante un Panathinaikos rabioso y con ansia de desquite, es un desafío de altura. Pero el Madrid asumió el reto pese a las bajas y a un escenario inicial algo intimidante (incluyan ahí un arbitraje un pelín casero de partida, luego no). Y lo hizo de maravilla con un Tavares imperial: 14 puntos, 14 rebotes y 3 asistencias para 32 créditos de valoración, con los que iguala su mejor registro. Azote de Papagiannis, también de 2,20, y de cualquiera que vistiera de verde.
Tapaba todos los agujeros que se abrían atrás y forzaba pérdidas a unos enemigos que escapaban despavoridos de sus largos brazos. Jugó con mucha movilidad y más inteligencia. Leía las ayudas y evitaba caer en las fintas. En ataque, aprovechaba los balones con ventaja para colgarse del aro y añadía un carrusel de rebotes ofensivos (8) que era gasolina de alto octanaje para el motor blanco. Desde la cercanía de la zona buscó, encontró y asistió para varios triples liberados. Randolph resultó beneficiado. Otra noche sobresaliente del americano: 5 de 11 de tres para 22 puntos. Tavares fue un surtidor de pases en un bloque que circuló de maravilla el balón hasta generar 24 asistencias.
El PAO llegaba pidiendo revancha a viva voz. Venía de hincar la rodilla ante el Real en los últimos ocho enfrentamientos directos, pero no hubo redención y sí una nueva derrota, la novena seguida. El Madrid supo ajustarse y pelear de salida contra los elementos, incluidas dos faltas rápidas de Campazzo y un Fredette on fire que clavó tres triples de bienvenida. Y se amoldó con Laprovittola al mando (15 minutos en pista en la primera parte). El base formó con Causeur, Rudy, Thompkins y Mickey un quinteto muy competente. Los cinco abrieron brecha (32-44) y permitieron un respiro vital para Campazzo, Randolph y Tavares, que resolvieron sin mediar rotaciones en la segunda parte. El Facu volvía a ganarle el pulso a Calathes digan lo que digan los números y Taylor y Causeur redondearon una gran labor para que Fredette mutara a tirador terrenal.
Es la undécima victoria seguida del Madrid en la Euroliga, que le mantiene en la cima. Los de Laso no pierden desde que cayeran en Múnich el 30 de octubre. Esta vez tejieron una red para dejar al máximo anotador de la competición (sí, el Panathinaikos) en solo 75 puntos, cuando hasta ahora promediaba 87,9. Anda a una victoria de igualar la mejor marca de triunfos con el actual formato, los doce que encadenó el Fenerbahçe el curso pasado. El día 3 espera el Villeurbanne, aunque antes toca cerrar el año. El domingo en el Palau. Clasicazo.
Un coloso Tavares iguala su mejor marca al sumar 32 créditos de valoración