Messi match ball
El sábado el argentino tendrá la ocasión de desquitarse de su mal Clásico en la final de Copa
Aún sin anunciar cuál será su futuro, decisión que será clave en la próxima organización del Barça, Messi tendrá muy pronto la revancha del Clásico de este sábado. Será dentro de seis días en La Cartuja, donde el argentino, que bate el récord de presencias en finales en Copa del Rey (diez), otro más, tendrá la oportunidad de levantar su título número 35 con el Barça y el séptimo de Copa, lo que le igualaría a Gainza.
Messi no fue determinante en Valdebebas. Más allá de esos síntomas de enfriamiento que provocaron su cambio de indumentaria en la segunda parte (tuvo que ponerse una nueva camiseta térmica además de la camiseta del equipo víctima de las duras condiciones en Valdebebas), no logró ser determinante en un partido en el que el Barça le necesitaba para dar un salto en sus opciones de ganar esta Liga. Más adelantado en la primera parte, más retrasado en la segunda, Messi perdió hasta 20 balones (quien más del Barça).
Pero a esa cifra, hasta lógica porque es el jugador por el que pasa todo el fútbol del equipo de Koeman; y el que tiene que intentar dar el pase determinante, se añadió una falta de finura extraña de él en el toque. Messi tuvo entre tres y cuatro faltas directas en zonas en las que, por estadística, debería haber dañado al Madrid. Pero no lo hizo. De sus siete intentos de remate, sólo dos fueron disparos a puerta. El resto acabaron en piernas rivales.
El entorno cule siente la necesidad de volver a ver la imagen triunfadora del mayor icono de todos los tiempos del club levantando un título para entidad. Es una foto tan necesaria en estos tiempos de vacas flacas que aterroriza la posibilidad del fracaso. Llega una semana de reflexión para el vestuario y para Messi.
Mal partido En Madrid Leo fue el azulgrana que más balones perdió