Renault Scénic un familiar con ingenio
Hay vida más allá de los SUV y la marca del rombo lo refrenda con una propuesta que puede presumir de todas las cualidades que se deben exigir a un buen monovolumen
Renault se desmarca de la tendencia del mercado y renuncia a reconvertir su monovolumen Scénic en uno de esos SUV tan de moda. Quizá porque ya tiene una gama interesante de vehículos de este estilo, pero lo cierto es que mantener ese diseño en la carrocería de 4,4 metros es todo un acierto.
Básicamente viene a demostrar que hay vida más allá de los todocaminos, con una estética moderna, atractiva y funcional sin necesidad de adentrarse con descaro en el territorio SUV. Quienes busquen un coche familiar y muy polivalente tendrán una opción más entre las que eligir, que en los tiempos que corren puede calificarse incluso de original. Sus formas son actuales y elegantes, con mucha superficie acristalada y un frontal cargado de personalidad.
Es en el interior donde se disfruta de todo el ingenio de los creadores del Scénic. En esta versión (hay un Grand
Scénic para quienes precisen de más espacio), las plazas delanteras son amplias y no tanto las posteriores, tres asientos que no son los más generosos del segmento y resultarán escasos si se necesitan ocupar por otros tantos adultos o por sillas infantiles. En la misma línea, los 506 litros del maletero tampoco son la referencia entre los coches de su estilo y tamaño.
Por el contrario, el equipamiento de una versión alta de gama como la One Edition es realmente impresionante; no sólo disfruta del despliegue tecnológico que ya es habitual en modelos de su posicionamiento sino que además lo complementa con una batería de soluciones muy prácticas: el retrovisor extra para vigilar a los niños, las extensiones centrales en los parasoles, el reposabrazos central desplazable, una enorme guantera frente al copiloto, mesitas en los respaldos de los asientos delanteros, los traseros plegables sólo pulsando un botón, una gran pantalla vertical multifunción de 8,7 pulgadas...
El motor diésel de 110 CV combinado con un cambio automático de siete marchas cumple sin alardes prestacionales, sobre todo a plena carga. Eso sí, en contrapartida los consumos son ajustadísimos.