El serbio no levanta cabeza en el Madrid
Su experiencia en España está salpicada por problemas
Jovic no ha comenzado con buen pie en el Madrid. El 3 de mayo de 2019, AS adelantaba que el club blanco fichaba al nueve serbio, la sensación del Eintracht, a cambio de 60 millones. Una cantidad importante para un jugador joven pero que, con 26 goles en 44 partidos por entonces, lo convertía en una de las ‘piezas’ más cotizadas del mercado. El Barça tocó a su puerta, pero el serbio se la abrió al Madrid. Las expectativas eran enormes. Tras la sangría por la marcha de Cristiano a la Juventus, al equipo de Zidane
llegaba una teórica transfusión de goles. Un año después, nada es como se suponía...
Jovic, por falta de adaptación o mal fario, no se ha descorchado. Su peso es casi residual (dos goles en 770 minutos), se ha visto señalado por la polémica en Serbia (‘apartado’ por Tumbakovic en la selección tras varios rifirrafes y criticado por el gobierno de su país tras saltarse el confinamiento) y ahora, nada más volver a Madrid para reanudar los entrenamientos, cae lesionado.
La vuelta de Jovic a España
tras el confinamiento en Belgrado estaba llamada a ser un ‘Volver a empezar’. Pero el serbio vive en continuos nubarrones. Ha pasado de fichaje ilusionante a ser mirado con recelo por la falta de adaptación al juego del equipo y de dominio del castellano, la mala suerte (dos remates al palo) y el VAR (dos goles anulados por fuera de juego). Incluso el Bernabéu le volvió la espalda. “El público era muy duro”, dijo después de ‘liberarse’ con un gol al Leganés.
Zidane quiso enchufarle y le echó un cable: “Es el futuro, tiene 21 años, va a meter muchos goles y es muy bueno. Hay que tener paciencia”. Una paciencia que el técnico pareció empezar a perder antes del parón por el coronavirus: le dejó fuera de la lista los tres últimos partidos de Liga, incluido el Clásico donde sí convocó al olvidado (y goleador) Mariano.
En medio de esa oscuridad y en plena crisis mundial por el COVID-19 viajó a su país y se saltó las normas de cuarentena, siendo duramente criticado por su Gobierno. Pidió perdón y se dedicó a seguir el plan que le elaboró Dupont, complementado por el de su entrenador personal, y a pasar tiempo con su pareja y su hijo. En su mente no cabe otra opción que triunfar de blanco. Espejos tiene donde mirarse. Tras momentos de zozobra, Zizou enganchó a Courtois (de pitado a salvador), Vinicius (ha trabajado con él los remates después de los entrenamientos), a Isco (le revitalizó tras su depresión con Solari), Kroos (desconocido el año pasado, recobró este el ánimo y el tono)…
AS publicó el 12 de abril que en el Madrid mantienen su fe en Jovic. Sin embargo, parece haber sido castigado con una maldición...
Polémico Ha sido apartado de su selección y señalado por el Gobierno de su país