Cuneo-Pinerolo: recuerdo a la hazaña de Coppi en 1949
Tributo a los 70 años de la etapa y 100 aniversario de Fausto
El Giro de 2019 rinde homenaje a Fausto Coppi en el 100 aniversario de su nacimiento y en los 70 años de la mayor gesta de su trayectoria: la jornada entre Cuneo y Pinerolo, en la que se fraguó su tercera maglia rosa (alcanzó cinco y dos Tours) y una de las crónicas más famosas de la historia del periodismo ciclista, de Mario Ferretti: “Un hombre solo al comando. Su maillot es blanco y celeste. Su nombre, Fausto Coppi”.
Il Campionissimo completó 192 kilómetros de los 254 escapado en solitario: subió Maddalena, Vars, Izoard, Monginevro y Sestriere para concluir con 11:52 de ventaja sobre su eterno rival, Gino Bartali. En vísperas de esta simbólica etapa,
el pelotón del Giro acabó en Novi Ligure, donde se levanta un museo en honor a Coppi y a Costante Girardengo, los dos ídolos locales, procedentes de la provincia de Alessandria.
En la muestra se rememora la biografía de Coppi y se exponen sus jerséis y bicicletas antiguas, así como una réplica de su Fiat 500 Belvedere, que le costó 758.500 liras de la época en 1954. En una de las salas se explica su agnosticismo (al contrario que Bartali, católico), su incursión en la Segunda Guerra Mundial y su azarosa vida. Casado con Bruna Ciampolini en 1945, tuvieron en 1947 a Marina, su primera hija. Sin embargo, tras ganar el arcoíris en 1953, Coppi entregó el ramo de flores a una mujer vestida de blanco: se trataba de una relación extraconyugal que provocó un escándalo.
La Dama Blanca, como bautizó la prensa a Giulia Occhini, se separó de su marido, el doctor Locatelli, para vivir junto a Coppi, quien también abandonó a su esposa. El Papa Pío XII condenó su unión. Giulia pasó tres días en la cárcel, acusada de adulterio, y debió dar a luz en Buenos Aires a Faustino (el segundo hijo de Fausto) en 1955 para que se reconociera a Coppi como su padre. Se desposaron en México, un vínculo sin validez en Italia. L’Airone (La Garza), apodado así por sus largas piernas y el perfil de su nariz, falleció en 1960 a los 40 años al contraer la malaria en un viaje a la antigua Alto Volta (Burkina Faso).
Presente en el Giro, Faustino Coppi agradeció el recuerdo de la carrera: “Mi papá fue un gran campeón. Me enorgullece que sus éxitos continúen vigentes”. Además, mandó un mensaje por la memoria y la pluralidad: “Gracias al pasado somos lo que somos en la actualidad. El Giro y Fausto Coppi forman parte del patrimonio del país. Que personas de diferentes culturas participemos del deporte como un vehículo transmisor de valores”.
Un uomo è solo al comando, la sua maglia è bianco-celeste, il suo nome è Fausto Coppi”